Guanare.- En un paraje escondido de la colonia agrícola de Guanare, en Portuguesa, se echa a andar un proyecto de 10 patios productivos. 30 personas con discapacidad están enfocadas en la producción de semillas de cilantro, cebollín, ají dulce, pimentón, café y cacao, con la intención de crear un banco de semillas.
De igual manera, trabajan en la reproducción y procesamiento de algunas plantas medicinales, como jengibre, cúrcuma, romero, poleo y malojillo. Son asistidas por la Fundación para el Desarrollo Integral de las Personas con discapacidad (Fundevic), organización civil que logra apoyo técnico y financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (Fmam) a través del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) vinculado a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
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La iniciativa, según detalla en una nota de prensa el tesorero de Fundevic, Yamil Díaz, se ejecuta en los terrenos del Centro Agroecológico Doña Rosa Heredia del Moral. Hasta este lunes, 23 de agosto, el proyecto ha permitido la adecuación de la sede con limpieza, desmalezamiento, construcción de canteros, activación de lombricarios, espacios para gallinas ponedoras, elaboración de abono orgánico y capacitación a los participantes.
El fin más próximo de Fundevic, luego de producir para el autoconsumo, es el procesamiento de la producción, lo cual conciben como herramienta de integración social de personas con discapacidad.
Todo este trabajo, señaló Díaz, se desarrollará con técnicas agroecológicas para el cuidado y preservación del ambiente. Destacó que el beneficio social del proyecto es crear los medios para que las personas con discapacidad puedan generar recursos para su autosustento diario; establecer una red de patios productivos e instalar una pequeña feria de hortalizas. Con esto se quiere tener recursos para iniciar un emprendimiento que consiste en el procesamiento y distribución de café y cacao.
«Los agremiados en Fundevic no están solos, aunque están abiertos al apoyo técnico de las universidades, Gobernación, Ministerio para la Agricultura Urbana y demás organizaciones productivas. Valoran mucho el apoyo del grupo Scout Guanaguanare, que en todo momento les tiende la mano. La pandemia no ha sido obstáculo: todas las actividades realizadas han sido con medidas de bioseguridad», informa Díaz, orgulloso de que su institución sea la primera de personas con discapacidad en recibir un financiamiento de este tipo.