Acarigua.- Los estudiantes de la Escuela Técnica Industrial Simón Bolívar de Acarigua, en Portuguesa, acompañados de padres, representantes y parte del personal directivo de la institución acudieron, este lunes 21 de febrero, a la Alcaldía de Páez, para instar a las autoridades locales a buscar estrategias que permitan la recuperación del plantel que quedó inhabilitado tras la seguidilla de hurtos ocurridos en los seis talleres de prácticas y en las oficinas, desde marzo del 2020.
Los voceros de la Organización Bolivariana Estudiantil del liceo técnico contaron al alcalde Rafael Torrealba las condiciones inhumanas en las que reciben clases desde el 25 de octubre, cuando pudieron reincorporarse a las actividades presenciales, tras la orden del gobierno de Nicolás Maduro.
Carlos Sánchez, director del plantel, indicó a El Pitazo que dicha institución ha sido totalmente olvidada por las autoridades regionales y del Ministerio de Educación, pese a los informes que se han presentado para notificar las condiciones.
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«El deterioro es grande ya que fue víctima de hurtos en innumerables ocasiones. Sabemos que la alcaldía quizás no cuenta con suficientes recursos para resolver la situación, pero queremos ir coordinando para rescatar la institución. Es una inversión multimillonaria que se requiere», dijo este martes a El Pitazo.
El hampa acechó a la institución desde marzo de 2020, cuando se decretó la pandemia y comenzó el confinamiento obligatorio, quedando la escuela sin vigilancia.
Según el inventario de las autoridades de la institución, los delincuentes durante estos meses hurtaron: 23 computadoras, 2 impresoras; 16 motores de tornos, fresadoras, taladros, reactivos, microscopios, tubos de ensayos, 4 máquinas de soldar, 2 tronzadoras, 5 esmeriles, 6 aires acondicionados, equipos y herramientas, entre otros objetos que estaban ubicados en los talleres de electricidad, metales, automotriz, máquinas y herramientas, control lógico programado y de madera.
Aunque todas estas herramientas son de uso indispensable para las prácticas de los jóvenes que se forman, Sánchez asegura que en la institución falta lo más básico, agua y electricidad, y esto debido a que los antisociales también se llevaron todo el cableado eléctrico, incluso el transformador de la subestación con que contaba el plantel y toda la tubería de aguas blancas.
«Los muchachos reciben clases una vez a la semana por año, porque no hay agua, los baños están inhabilitados y no es posible tenerlos a todos así. Para hacer sus necesidades fisiológicas deben ir al monte y eso es deplorable que siga ocurriendo», dijo el director.
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Asimismo, destacó que es necesario que se arreglen las instalaciones eléctricas para que exista iluminación, aunque sea en la parte central de la institución. «Debe iluminarse para que los vigilantes puedan pernoctar de noche, ya que los hurtos se siguen registrando en horas nocturnas. Las autoridades deben entender que eso es prioridad», resaltó.
La comunidad educativa pidió al alcalde Torrealba hacer enlace con el gobernador Primitivo Cedeño y con el Ministerio de Educación para que se aboquen a atender la demanda de una de las instituciones más antiguas e importantes de la región y que ahora solo cuenta con una matrícula de 271 estudiantes.
Asimismo, emplazaron a las autoridades a acudir a una mesa de trabajo que se instalará este jueves 24 de febrero, a fin de determinar los problemas que requieren atención y solución inmediata.
