Pedraza.- La decisión y el coraje de la comunidad se impuso a las pretensiones de una comisión integrada por funcionarios de la Guardia Nacional (GN) y policía del Estado para impedir la realización de la Jornada de Higiene, operativo de la ONG Rescate Venezuela, en Curbatí, parroquia del municipio Pedraza del estado Barinas.
El equipo de la ONG que lidera Lilian Tintori, defensora de derechos humanos, llegó a las 9:00 a.m. al lugar donde se realizaría la entrega de equipos de limpieza para más de 400 personas, no obstante, fue después de las 11:00 a.m cuando pudieron descargar el material gracias a que la comunidad se impuso y evitó que policías y guardias lograran su cometido, según refirió la diputada Gladys Herrera, quien medió, sin éxito, para que dejaran que se efectuara la actividad.
Refiere la parlamentaria de la Asamblea Nacional que la Jornada de Higiene consistió en la entrega de material de crema y cepillo dental, gel antibacterial, jabón de baño y de lavar, toallas sanitarias y húmedas, así como papel higiénico a más de 400 personas, pero por una orden superior de alguien a quien la comisión no identificó, el operativo no podía realizarse. La comunidad se enteró de lo que ocurría y decidió armar una cadena humana para que pudieran descargar el material que iba a ser repartido, así como contribuyeron para armar los toldos y organizar para que todos pudieran recibir la bolsa.
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La actitud hostil de la comisión de los funcionarios policiales se mantuvo y sólo concedió un tiempo muy corto para que se hiciera la entrega de las pequeñas bolsas, al punto que “casi tuvimos que poner a correr a la gente para que pudiera retirar su beneficio”, señaló Laura Gutiérrez, una de las responsables de Rescate Venezuela en Barinas.
Para la diputada Herrera, la situación que se presentó el domingo 7 de abril en Pedraza es inconcebible e inexplicable, toda vez que se trata del beneficio para un grupo de personas que enfrentan una situación difícil sin proveerse de electricidad, agua, comida, medicinas, dinero en efectivo, porque en ese municipio los apagones han sido inclementes y lo único que reciben a cambio es una dosis diaria de terror y amenazas que les infunden grupos de paramilitares armados bajo las órdenes del alcalde Alcides Molina, tal como lo refieren los propios habitantes de ese municipio.
