Acarigua.- La inoperatividad de la cava, la falta de aires acondicionados e iluminación, así como las constantes fallas en el suministro de agua son las razones que mantienen inactiva -desde hace dos años- a la morgue del Hospital “Dr. Jesús María Casal Ramos” de Acarigua-Araure, según la denuncia de trabajadores del principal centro asistencial del cono norte de Portuguesa.
Entre 10 y 12 fallecidos por causas naturales o violentas, -incluso trasladados desde otros centros de salud y municipios de la entidad- ingresan semanalmente a esta morgue. La acumulación de los cuerpos y la falta de refrigeración de estos, han provocado en varias ocasiones, brotes de gusanos y moscas en el recinto, y la contaminación de áreas como quirófano, banco de sangre, sala de parto y pediatría, hasta donde llega el olor a putrefacción causado por la descomposición de los cadáveres y la sangre del lugar.
El Pitazo consultó al personal del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), y de mantenimiento del “Casal Ramos”, para conocer a detalle las causas de la inoperatividad del depósito de cadáveres, y de acuerdo con lo informado, los ocho ventiladores de la cava están averiados. Aunque el deterioro de esta dependencia y la falta de mantenimiento es de vieja data.
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“De la cava solo trabaja un motor, tiene también la resistencia del condensador dañada y no le han puesto gas”, dijo el personal que pidió reserva con las identidades para evitar represalias.
Las condiciones del lugar impiden que el equipo de técnicos y médico forense pueda realizar las autopistas de los cuerpos que ingresan por hechos violentos, lo que además, retrasa el trámite que deben hacer los familiares o deudos para retirar a sus seres queridos y darles cristina sepultura.
“Cuando los cadáveres son ingresados aquí con horas de haberse registrado la muerte, se van empezando a descomponer debido a que no hay cómo refrigerarlos, la situación empeora, por lo que si alcanzan el grado total de putrefacción es imposible practicarles las necropsias de ley, deben llevarse al cementerio viejo de Acarigua y allá mismo se les hace las autopsias”, explicaron.
Otra situación que causa demora en la entrega de cadáveres y a su vez aumenta el riesgo de putrefacción y contaminación del área, es la falta de patólogos. En toda Portuguesa solo se cuenta con dos, uno en el municipio Ospino y otro en Guanare.
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“Todo esto lo hemos denunciado en reiteradas oportunidades porque el mantener a los cuerpos fuera de la morgue lleva al riesgo de que los perros o roedores los muerdan como ya ha pasado en otros oportunidades”, dijeron, precisando que en el caso de muertes violentas, los organismos de seguridad que se hacen cargo de las investigaciones solo los trasladan a la morgue, olvidándose de resguardar la cadena de custodia y de verificar si los familiares los retiran.
Los trabajadores del área, aprovecharon la oportunidad para reclamar que desde hace más de cinco años no son dotados de batas, guantes ni equipos para laboral en las autopsias.
