Apure.- Carlos Marcelo Laprea Boggio, médico gineco-obstetra que ejerce en el estado Apure, fue dado de alta tras permanecer durante 13 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Pablo Acosta Ortíz (Hpao) en la capital de esta entidad federal, donde logró superar el COVID-19. Comparte esta aleccionadora experiencia con su hijo mayor, Carlos Alberto Laprea López, de 23 años, quien es estudiante del quinto año de medicina en la Universidad Rómulo Gallegos y salió positivo en la prueba PCR para el nuevo coronavirus.
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A través de las redes sociales, se hizo viral la despedida del profesional de la salud de la UCI, donde agradeció con gestos a Dios la bendición recibida, volver a su casa recuperado del mortal virus COVID-19 que ha dejado tres muertes en el gremio médico de la entidad llanera.
Laprea Boggio es caraqueño de nacimiento, pero en el año 1998, decidió mudarse al estado Apure a causa de lo que califica como un “mal presentimiento” que no logra describir. Sin embargo, en menos de un año, en esta zona del país, ocurrió la tragedia de Vargas que cobró la vida de 30.000 personas. Manifiesta que resolvió comenzar en el estado Apure una nueva vida junto a su familia integrada por su esposa y sus dos hijos. El primero, Carlos Alberto Laprea y María Victoria Laprea López, una joven de 20 años, estudiante de turismo en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (UNEFA).
Carlos Marcelo Laprea Boggio, de 57 años, cumplió un día de aislamiento en el Servicio Integrado de Atención a la Salud del Trabajador del Ejecutivo del Estado Apure (Siatea), tras presentar el día martes, 4 de agosto, los síntomas del nuevo coronavirus: molestia en la garganta y fiebre desde el domingo 2 de agosto de este mismo año.
Ante este cuadro médico, se le practicó la prueba rápida a toda la familia de Laprea, y no solo este dio negativo, sino también su hijo, por lo cual a ambos se les practicó la prueba PCR el día miércoles, 5 de agosto de este año. Luego de 24 días de espera, sábado 29 de agosto, ambos pacientes recibieron la noticia que resultaron positivos en la prueba molecular de COVID-19.
“Tras 10 días en la casa con fiebre, a mi papá se le hizo una placa de tórax y por ese motivo fue aislado en el Siatea. Ahí pasó una noche y al día siguiente lo subieron a la UCI porque la saturación de oxígeno empezó a disminuir”, -dijo el hijo del médico gineco-obstetra.
El joven, contagiado del virus, califica como difícil esta experiencia en especial para el personal de salud porque, asegura, los profesionales contagiados saben los daños ocasionados por la pandemia en el ser humano. Sueña en convertirse en gineco-obstetra como su padre, porque lo considera un ejemplo a seguir.
“Invitamos a la población a que no tema a la enfermedad, ni tampoco a cumplir el aislamiento en el hospital, ni al rechazo. Desde el mismo momento que presenten los síntomas deben acudir a un especialista, no crean que es una gripe y ya, ahorita todo es COVID-19 hasta que se demuestre lo contrario, deben atacar desde el primer momento que comiencen los síntomas, no esperar que transcurran los días y ocurran las complicaciones”, apunta.
Ambos venezolanos dedicados a trabajar en el ámbito de la salud, resaltan el trabajo de los médicos intensivistas, las enfermeras de la UCI en el hospital de San Fernando, quienes manifiestan que a diario ofrecen el mejor servicio para regalar la sanación a todos los pacientes sin distingo.
“Mi experiencia del sobrevivir al COVID-19 que sirva para que todos sepan que es cierto, que es difícil, que hay que tomarlo en serio porque solamente podemos superarlo tomándolo en cuenta y sabiendo que verdaderamente existe”, dijo. Asegura que el COVID-19 está arrasando con las familias venezolanas. “¡Amigos y colegas cuídense, extremar las medidas es poco para evitarlo y no caer en él,”, dijo Carlos Marcelo Laprea Boggio.
Opina que dicha experiencia le produjo pánico, así como soledad y una sensación de muerte inminente. “Solamente Dios en su infinita misericordia nos sostiene y nos permite salir victoriosos. Y hoy después de 23 días de lucha, incluyendo los 13 días de ingreso en la UCI, puedo estar nuevamente en mi casa, Dios es grande y bueno, el COVID-19 no es un juego. ¡Viva Dios!”-expresó a través de un escrito difundido a través de las redes sociales.
En la actualidad, Carlos Marcelo Laprea Boggio se desempeña como profesor de la Clínica de Ginecología y Obstetricia II de la Universidad Rómulo Gallegos, en el Centro de Rotación Hospitalaria Hpao en San Fernando de Apure. Además, es especialista adjunto del Ambulatorio Ruíz Pineda situado en la capital del estado.
Laprea Boggio cursó estudios de primaria y secundaria en la ciudad de Caracas, Distrito Capital, en el Grupo Educativo Faustino Sarmiento y el Colegio Salesiano San Francisco de Sales. Obtuvo en el año 1991, el título de médico cirujano en la Universidad Centro-Occidental Lisandro Alvarado (UCLA) en Barquisimeto, estado Lara, y finalmente realizó estudios de post-grado en ginecología y obstetricia en el hospital Ignacio Baldó en Caracas en el año 1997.
Carlos Marcelo Laprea ha sido director médico en el Instituto de Prevención y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación (IPASME) en el año 1998 en La Guaira, estado Vargas. Fue especialista en su área en los hospitales, José Antonio Risquez, en el municipio Achaguas y Lorenza Castillo, en Pedro Camejo del estado Apure. También fue jefe de obstetricia y ginecología en el hospital Pablo Acosta Ortíz.
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