San Juan de los Morros.- Una camioneta blanca cargada de cajas con insumos médicos y material quirúrgico llegó la mañana de este jueves 17 de octubre al hospital Israel Ranúarez Balza, en la capital de Guárico. Esta escena ocurrió mientras representantes del gremio de enfermería y sindicatos de trabajadores activos y jubilados de la salud protestaban a las afueras del principal centro médico en la localidad.
Petra Malavé, presidenta del Colegio de Enfermería en el estado, aseguró que las denuncias realizadas este miércoles 16 de octubre a través de El Pitazo y otros medios nacionales sirvieron para que las autoridades regionales atendieran parte de la problemática del Ranuárez Balza.
“Amanecieron limpiando el hospital con cloro y desinfectante; de las 30 incubadoras que tenían arrumadas en el sótano subieron ocho para la recuperación. También aparecieron ocho colchones para las camas. Eso quiere decir que vamos a seguir denunciando para que las autoridades sigan arreglando los problemas de este y otros hospitales en Guárico”, destacó Malavé.
Aclaró que hasta este jueves no tenía respuestas con respecto a la denuncia del cierre técnico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en la que recordó que solo funciona un ventilador mecánico sin reserva, lo cual pone en riesgo la vida de pacientes en estado de gravedad que ameriten el servicio.
Escasez de donantes
Yuni Torrealba, trabajadora activa en la unidad del Banco de Sangre del hospital sanjuanero, denunció las precarias condiciones de esta área. Explicó que de un promedio de 60 donantes en la actualidad solo reciben un aproximado de 10 personas diarias.
“Los donantes no asisten porque no se están alimentando bien y quienes vienen a veces se marean; aquí no hay ni un tensiómetro; el aire acondicionado está dañado y tampoco hay oxígeno”, subrayó Torrealba, quien añadió que los reactivos también están escasos y son coordinados directamente desde la se Dirección Regional de Salud en San Juan.
Salarios dignos
Alex Pérez, licenciado en enfermería, aseguró que hoy se ven desmejorados con el nuevo aumento de salario integral de Bs. 300.000, que no les permite garantizar al menos la alimentación de su núcleo familiar. “El ingreso que percibíamos antes nos permitía cubrir medianamente la cesta básica, pero con todas estas desmejoras, nos vemos afectados para cubrir con los gastos de alimentación, vestimenta y los demás servicios de nuestros hogares”, sostuvo Pérez.
Otros profesionales de la salud, que no se sumaron a la protesta por temor a represalias, aseguran que en ocasiones van a trabajar sin desayunar y han remendado zapatos para continuar con sus labores. “El sueldo no alcanza para comer y mucho menos para pagar pasaje. Yo me vengo casi todos los días caminando y me tocó mandar a arreglar los zapatos porque estaban todos rotos”, relató una enfermera.
Intimidación: videos y fotos
Durante las acciones de protesta en las inmediaciones del centro hospitalario de San Juan de los Morros, un grupo de presuntos trabajadores de seguridad de la Dirección Regional de Salud se acercó al hospital para grabar videos, tomar fotos e intentar intimidar a manifestantes y periodistas. En medio de la cobertura de esta noticia, algunos de estos hombres pretendieron impedir las labores periodísticas de los reporteros de El Pitazo, VPI, Radio Fe y Alegría y Te Lo Cuento News.
