Barinas.- Desde hace un mes los 10.000 habitantes de la parroquia Calderas, municipio Bolívar del estado Barinas, quedaron incomunicados por vía terrestre, luego que una crecida del río Azul derribara el puente que da entrada a esa comunidad.
Jenner Bastidas, dirigente social y representante municipal del partido político Un Nuevo Tiempo (UNT) en el municipio Bolívar, recordó la mañana de este 25 de junio, en una nota de prensa de su organización, que los pobladores de Calderas aún esperan por el puente de guerra que ofrecieron instalar tanto el alcalde como el gobernador, los hermanos Narciso y Argenis Chávez Frías, al día siguiente que se cayó el puente.
«A un mes del desplome de la estructura, las autoridades no han buscado una solución a la población de Calderas que se encuentra aislada por vía terrestre, sin comunicación telefónica ni agua potable, porque también una parte del acueducto sufrió daños con la crecida del río», precisó Bastidas.
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A decir del dirigente social, las comunidades de la parroquia Calderas viven una situación difícil ante el colapso del puente y la falta de soluciones de los gobiernos local y regional. «La comunidad, junto a los comerciantes, se organizaron y construyeron una escalera de metal para poder tener acceso al pueblo, pero es una tarea peligrosa porque niños, enfermos y ancianos exponen su integridad cada vez que hacen uso de la escalera que, si bien ayuda en el paso, no es una estructura adecuada para el tránsito de personas», explicó.
Bastidas pidió a las autoridades competentes que agilicen la instalación del puente sobre el río Azul, estructura que se derrumbó por falta de mantenimiento en sus bases, pese a los llamados de atención de las comunidades. Igualmente, abogó por la reparación del dique que tiene sin agua a unas 800 familias de esa parroquia.
Advirtió que a un mes del desplome del puente, ya es un hecho el desabastecimiento de alimentos en las comunidades de la parroquia.
