San Juan de los Morros.- Siete meses desbordada tiene una cloaca en la calle el Roble del sector Puerto Rico, en la capital del estado Guárico, donde los vecinos aseguran que padecen enfermedades respiratorias a causas de olores putrefactos que penetran sus hogares.
Maclovia Martínez contó a El Pitazo, este lunes 16 de noviembre, que en reiteradas ocasiones denunciaron el colapso del alcantarillado de aguas residuales, pero las autoridades de la alcaldía de Roscio y la Hidrológica Páez (Hidropáez) no ofrecen soluciones.
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«Tengo siete niños en esta casa y se han enfermado por ese bote, de allí lo que sale es plaga y un olor horrible que nos obliga a estar encerrados«, explicó Martínez, mientras señalaba la alcantarilla destapada de donde brotaban aguas negras.
Martínez es una de las más afectadas por el colapso de la cloaca. Contó que ante la falta de respuestas de las autoridades competentes unos de sus hijos se sumergió en la alcantarilla pero no logró encontrar una solución.
«Mi hijo se metió ahí en ese pozo de agua sucia, con el riesgo de contraer alguna enfermedad, pero no pudo solucionar. Y cuando vamos a Hidropáez nos dicen que el vacuum (destapa cañerías) está dañado», señaló Martínez.
Agregó que ni los políticos que son candidatos a las elecciones parlamentarias se atreven a pasar por la comunidad. «Siempre que hay elecciones vienen por aquí y prometen que van a arreglar y van a dar. Esta vez no se han asomado».
Maclovia asegura que está cansada de denunciar la problemática a los medios de comunicación. Al mismo tiempo, pide a la alcaldesa Mayerling Colmenares y a Hidropáez, atiendan el llamado de las familias de la calle el Roble, quienes padecen el desborde de las cañerías; además de la falta de alumbrado público y los retrasos en el servicio de recolección de basura.
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«Aquí no tenemos luz en la calle y de noche todo queda oscuro. Los carros no ven la alcantarilla y hace poco se cayó un motorizado. Eso es un peligro para los que pasan de noche», explicó Martínez.
Mientras el equipo de El Pitazo conversó con Maclovia, el olor putrefacto alcanzó las casas cercanas a la cañería, la cual se encuentra destapada con algunas ramas cubiertas por la tela de un colchón, que advierte el peligro.
