La escasez de combustible ha producido aglomeraciones en las estaciones de servicio, aun cuando están prohibidas por el decreto regional. Foto: Cortesía
San Fernando de Apure.- A través del decreto de emergencia N° G-137, el gobernador del estado Apure, Ramón Alonso Carrizalez Rengifo, ordenó este miércoles 18 de marzo el cierre de los locales comerciales en la entidad, excepto los dedicados a la venta de alimentos, medicinas o productos y servicios de primera necesidad, con la finalidad de prevenir la propagación del coronavirus. En este mismo decreto exige a los alcaldes de este estado multar a los comercios que incumplan dicho decreto.
Carrizalez, amparado en el artículo 111, numerales 4 y 10, de la Constitución del estado Apure, aclaró que solo podrán laborar normalmente en esta contingencia las farmacias, consultorios médicos, ópticas, estaciones de servicios, así como los locales comerciales dedicados a la venta de productos de higiene personal y venta de productos para animales.
De igual manera, en el artículo 2 del decreto de emergencia exige a los compradores usar el tapabocas y permanecer durante un tiempo muy corto en los comercios abiertos.
Además, la autoridad regional prohíbe el consumo de productos en los propios establecimientos para evitar aglomeración de personas. La Gobernación de Apure exige a los consumidores mantener una distancia de al menos de un metro para evitar posibles contagios.
También quedaron suspendidas las actividades académicas en los centros recreativos, culturales y las actividades físicas y deportivas. Deben permanecer cerradas las salas de fiesta, salas de conciertos, bares, museos, licorerías, balnearios y piscinas en todo el territorio llanero. Mientras que los restaurantes solo podrán ofrecer servicio a domicilio y para llevar.
Igualmente, a causa de la pandemia por el coronavirus quedaron sin efecto las fiestas populares y todo tipo de actividades culturales en las comunidades, cultos, misas y velorios que impliquen concentración de personas en lugares públicos.
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Este lunes 16 de marzo, en horas de la noche, transeúntes, motorizados y vehículos que circulaban por la población de Achaguas fueron retenidos por funcionarios de la Guardia Nacional por incumplir las normas sanitarias como el uso del tapabocas. Aunque fueron liberados al cabo de unas horas, luego de recibir una charla informativa sobre el COVID-19, sus vehículos permanecieron retenidos en el comando hasta el día siguiente.
Irónicamente, los retenidos fueron ubicados en una misma sala, hacinados y expuestos al contagio del coronavirus.
En la estación de gasolina Llano II, también este miércoles 18 de marzo, se concentró una multitud de motorizados a la espera de combustible, situación que preocupa a la comunidad porque no están permitidas las aglomeraciones.
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