Guanare.- Las 32 familias que viven desde hace tres meses como refugiados en un edificio a medio construir y abandonado por la Misión Vivienda Venezuela en el complejo urbanístico La Granja, en Guanare, conocieron los contenidos digitales de El Pitazo.
En una jornada de acción solidaria promovida por la ONG Creando, más de 180 personas, entre adultos y jóvenes, se informaron del acontecer nacional e internacional a través de videos, notas periodísticas escritas, audios y documentales. La muestra, ofrecida el domingo 7 de julio, fue acompañada de audiovisuales de motivación y autoestima para alentar la convivencia ciudadana y la superación de las dificultades sociales.
Las madres participantes, entre las que se destacó Claudimar Hidalgo como anfitriona, relataron que sus aspiraciones más sentidas son lograr una vivienda propia y sensibilizar al Gobierno para que concluya la obra y les otorgue el derecho a habitarla. «No queremos un desalojo arbitrario», dijo Hidalgo.
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La vida de los niños y adultos en esa estructura se reduce a una estadía insalubre y riesgosa. El edificio de dos torres, con 16 apartamentos cada una, no cuenta con instalaciones sanitarias, servicios de electricidad ni agua. Tampoco con frisos, puertas, ventanas ni pisos. La estructura, abandonada desde hace más de siete años, luce mohosa en medio de malezas de corte alto y lagunas que sirven de depósito de zancudos.
Las 32 familias refugiadas se consideran de extrema pobreza y desestiman el calificativo de invasoras. Allí hacen vida 100 niños que requieren atención médica de urgencia, pues son víctimas de plagas e insalubridad. Viven sin ningún tipo de servicios.
La peticion de refugiados al Gobierno es que los incluyan en la adjudicación o que los reubiquen en otro sitio digno. «Queremos prioridad, que nos ayuden, tal como lo contempla la Constitución», destacó Hidalgo.
«Estamos dispuestos a irnos a otro lugar, pero no a un terreno abandonado y alejado donde nuestra situación en vez de mejorar sea peor”, dijo Claudimar Hidalgo al rechazar la pretensión del Banavi de ubicarlos en una parcela rural del municipio capital.
