Guanare. Beltrán Márquez, ingeniero geólogo y geógrafo físico, exhortó este lunes 23 de septiembre a la sociedad civil de Guanare a exigir urgentemente una auditoría sobre la calidad del agua que, como servicio público, suministra la estatal Hidrosportuguesa, responsable directo de la administración del acueducto de esta capital.
Desde hace tres semanas , Guanare está recibiendo agua de colores que han variado de negro a marrón y actualmente a amarillo. Vecinos han reportado a El Pitazo que el olor del agua negra y grasienta que sale por los grifos es es putrefacto y desagradable.
De acuerdo a los planteamientos del experto, la auditoría al agua que bombea el acueducto de Guanare debe realizarse desde distintos ángulos. Esta debe abarcar las fuentes de abastecimiento (río Tucupido, río Boconó y embalse La Coromoto), las plantas de tratamiento y potabilización, las tuberías matriz y secundaria, y la red de distribución hasta las acometidas domiciliarias.
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Márquez cree que la calidad del agua de consumo en la ciudad es muy dudosa. «La situación es muy delicada y merece toda la atención del caso». Dada la situación económica que padece la población, a los más pobres se le hace sumamente difícil adquirir o comprar agua en botellones, por lo que se ven obligados a consumir esa agua de calidad dudosa, argumentó el experto.
Márquez recordó que el embalse desde donde se surte el acueducto de Guanare fue construido para que cumpliera tres objetivos fundamentales: control de inundaciones, sistema de riego y aprovechamiento hidroeléctrico. «Nunca se planificó para un acueducto,» dijo
Según el experto, Guanare requiere de una obra de infraestructura propia de sistema de acueducto, que permita organizar el aprovechamiento del sistema de pozos profundos.
En Venezuela y en Portuguesa tenemos todavía agua suficiente para abastecer la demanda; sin embargo, el punto álgido es que no existe cultura del manejo del agua, con el agravante de la carencia de una gerencia de profesionales y técnicos especialistas en el área, indicó Márquez.
Heberto Pacheco, presidente de HidrosPortuguesa, informó que el agua bombeada por el sistema de acueducto de Guanare no está contaminada.
«Se trata de un proceso de óxido reducción que ocurre porque las tuberías agarran aire cuando se va la electricidad. Al llegar la luz, el bombeo arrastra con fuerza la escoria de los tubos y el agua se torna de color amarillo», señaló.
El presidente de HidrosPortuguesa argumentó que la situación se torna más crítica porque la tubería carece de válvulas de drenaje. «Estas existían, pero se las han ido robando, las han desvalijado y, en ocasiones, la gente las usa como puntos para tomas ilegales.»
Estamos purgando la tubería: este es un proceso lento que podría tardar hasta más de una semana, alegó.
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