Barinas.- La directiva del Colegio de Profesionales de la Enfermería del estado Barinas (Cpeb), encabezada por Yanny González como presidenta encargada, exigió a las autoridades de la salud y al propio gobernador Argenis Chávez, que cesen los señalamientos y acusaciones sin fundamento contra los miembros de ese gremio a quienes exponen al escarnio público ocasionándoles daños morales sin pruebas contundentes que los incriminen, así como presentar pruebas contundentes o de lo contrario, expresar una disculpa pública ante dichos señalamientos.
Acompañada de sus colegas Willi Calderón, Dominga González, Helimar Galviz y Mireya Leones, González fue enfática en rechazar las acusaciones de robo de las que han sido objeto cinco de sus colegas que aun enfrentan juicios y gozan de una libertad condicionada porque, pese a que son inocentes y así lo han demostrado. Agregó que, aunque sus colegas hayan sido liberados, no significa que se haya hecho justicia, porque el daño moral que se les ha causado con respecto a esos señalamientos, debe ser resarcido y no deberían enfrentar un juicio y se les declare en libertad plena.
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Hasta tanto eso no ocurra, indicó la vocera, nosotros no vamos a dejar de hacer las denuncias correspondientes, primero para que no se repitan más, ya es suficiente con los cinco señalados y porque no estamos dispuestos a hacer silencio con respecto a ese tipo de situaciones, pero si exigimos que los daños morales que sufrieron deben ser resarcidos.
Gremio honorable
González expuso que para la sociedad y para el equipo de salud, los profesionales de la enfermería son absolutamente necesarios, pero también sufren los embates de la mala administración y de la corrupción que ha desintegrado de manera voraz el sistema de salud en Venezuela y el estado Barinas.
Dijo que la bandera del gremio ante la sociedad y ante el equipo de salud es el humanismo, el cuidado y la solidaridad. “Somos un gremio honorable, respetable y responsable. No somos delincuentes, somos gestores, administradores y garantes de suministros médicos, pero desde hace buen tiempo no se nos permite cumplir las funciones propias administrativas para las cuales fuimos preparados”.
Agregó que está demostrado con hechos que en los centros de salud cuya gerencia está a cargo de un profesional de la enfermería, han tenido un balance positivo en su gestión, no obstante, desde que no les permiten ejercer esas funciones, todo se ha transformado y ha sido despilfarrado y mal utilizado.
Trabajo voluntario
Los profesionales de la enfermería manifestaron su rechazo ante los señalamientos injustos a sus colegas y exigieron respeto y consideración a su labor. Hoy, aseguraron, ejercen su labor básicamente como un voluntariado porque el sueldo que les paga el gobierno es irrisorio y no cubre ni siquiera 20 por ciento de sus necesidades básicas. Hay deficiencias en cuanto a la salud mental y física de los profesionales de la enfermería, apuntó Yanny González.
“No tenemos uniformes, no tenemos zapatos, no contamos con seguridad social, sin embargo, resulta muy fácil señalarnos y ser víctimas de atropellos sin pruebas contundentes”, indicó. Según su criterio, hasta ahora han sido chivos expiatorios para ponerle un rostro de quienes son los verdaderos responsables de todo el desfalco que hay con insumos médicos en los centros hospitalarios.
En el personal de enfermería del Hospital Luis Razetti hay un déficit que supera 40 por ciento, no obstante el personal que allí labora, por ser el centro de referencia más grande del estado Barinas, tiene que cubrir las áreas donde hay déficit de personal.
La encargada del Colegio de Profesionales de la Enfermería, señaló que el Razetti trabaja con aproximadamente 50 por ciento del personal que requiere y que para el buen funcionamiento de todas sus unidades debería contar con alrededor de 800 enfermeros y apenas alcanza la mitad.
Acoso y persecución
Cuestionaron que los profesionales de la enfermería, desde la semana pasada, sean los únicos trabajadores del hospital Razetti que son sometidos por los milicianos a atropellos y humillaciones cada vez que salen de ese recinto, “porque pareciera que la orden es que todo enfermero que salga del hospital, debe pasar por una revisión exhaustiva”, consideró González.
Se preguntaron si acaso ellos -los enfermeros- son los únicos que hacen vida laboral dentro de ese centro de salud. Creen que, de alguna forma, ese es un señalamiento indirecto que se les hace con ese tipo de situaciones. Reconoció que amenazas verbales no han recibido, pero si hay persecución laboral en contra de los profesionales de la enfermería.
Desconocen que el hospital esté intervenido, tal como lo dijo el gobernador en su programa de radio semanal, aunque reconocieron que hace ocho días llegó una comisión de la Guardia Nacional acompañada del subdirector del centro de salud para revisar los estantes donde guardan sus pertenencias los enfermeros en todas las unidades. “Ya ese es otro de los indicios que va tienen una dirección definida para ponerle un rostro, un nombre y un apellido a los responsables del desfalco que hay dentro del hospital”, apuntó la enfermera.
Los directivos del gremio reiteraron que no son de los profesionales de la enfermería los medicamentos que encontraron escondidos sobre los cielos rasos del hospital, porque desde hace mucho tiempo a ellos no se les permite ser garantes, administradores ni gestores de ningún tipo de medicamentos. “El único acceso que tenemos es cuando nos los entregan en las unidades para cumplir el tratamiento a los pacientes, de resto, enfermería no resguarda ningún tipo de medicamentos”, precisaron.
Les llama la atención que la persecución sea hacia los enfermeros como si ellos fueran los únicos que hacen vida laboral dentro del hospital. “Nos utilizan como excusa”, apuntaron. “Tenemos que ser garantes que existan los insumos necesarios mínimos para poder atender a los pacientes y si no los tenemos, como personal involucrados directamente en el contacto con el paciente, estamos en la obligación de exigir que haya el mínimo de insumos”, apuntaron.
A manera de explicación, dijeron que en el hospital hay un departamento que se encarga de hacer el suministro o suplir los requerimientos, la distribución equitativa de los insumos, pero hasta ahora, ninguna persona de ese departamento ha sido responsable de lo que falta porque ahí no hay control.
González y demás miembros de la directiva del Cpeb comentaron que el hecho de que consigan un contenedor y un cuarto bajo llave lleno de medicamentos vencidas, más que hacer señalamientos sin sentido, tienen que preguntarse por qué esas medicinas no llegaron a los pacientes de manera oportuna, “pero eso no lo dicen ni se lo preguntan”, cuestionaron.
No podemos continuar siendo cómplices silentes de la situación porque si no denunciamos, si no señalamos a los responsables, pues nos estamos haciendo cómplices de la situación a través del silencio y quizás esa sea la razón por la que somos tan señalados y tan acusados de forma injusta, reflexionaron para concluir.
