Acarigua.- Dos vehículos embistieron a un grupo de pacientes renales del Servicios Nefrológicos A.C (Senaca), que protestaban la mañana este viernes, 26 de junio, en la intercepción de las avenidas Libertador con Las Lágrimas de Acarigua, estado Portuguesa, para exigir la reparación o sustitución de los equipos dañados.
Los vehículos fueron un Ford Fiesta Power de color azul y placas AA6440P, y una unidad de transporte público de la Cooperativa Portuguesa, con las matrículas 505AA3P. A sus conductores, molestos por el cierre de los tres sentidos de las vías, no les importó el daño que pudieran ocasionar y se fueron contra los manifestantes que exigían su derecho a la salud y a la vida.
Ambos hechos ocurrieron con escasos minutos de diferencia, cerca de las 8:30 am. Ambos conductores se dieron a la fuga, pero los vehículos fueron fotografiados por los medios que cubrían la manifestación. Dos personas resultaron lesionadas durante la embestida, entre ellas un adulto mayor que no fue identificado, pero quien recibió golpes leves.
El otro lesionado fue Ender Torloza, quien sufrió contusiones en el brazo izquierdo. Junto a sus compañeros, había tomado la calle para exigir atención gubernamental por la fallas de 15 de las 17 máquinas que existen en la unidad de diálisis donde son atendidos 86 pacientes.
Pese a las evidencias y a la disposición de denunciar el caso por parte de los agraviados, las autoridades, incluyendo funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), se negaron abrir una investigación para sancionar a los responsables.
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La protesta continuó
Aún con el episodio de violencia, la manifestación, que inició cerca de las 7:00 am, continuó hasta casi el mediodía.
Los afectados, algunos en sillas de ruedas y con bastones, reclamaban la atención de las autoridades, que han ignorado las peticiones de reparación de las máquinas, así como la falta de aires acondicionados y ascensores. También las fallas en los servicios de agua y electricidad impiden que se cumpla el tratamiento, vital para mantener con vida a estas personas.
Según los manifestantes, este viernes solo dos máquinas estaban operativas, y no se dan abasto para todos los pacientes. La situación ha llevado a la reducción de las horas de conexión de los enfermos a los aparatos, y además, la jornada de trabajo en la unidad se ha extendido a más de 20 horas diarias.
Los equipos se han ido dañando porque están usando repuestos de segunda mano o repotenciados, además les afecta el recalentamiento que sufren por la falta de aires acondicionados, esto de acuerdo a lo precisado por los pacientes afectados.
En lo que va de mes de junio, dos de los enfermos atendidos en la unidad han fallecido. «Anteriormente, otros dos murieron por la mala calidad de la diálisis. Éramos 90 y estamos 86 en esta unidad. En diálisis Portuguesa eran también 90 y hay menos de 60. Nos estamos apagando poco a poco y aquí a nadie le interesa lo que nos pasa. No exigimos nada más que nuestro derecho y a la salud”, dijo Marialber Martínez, una de las pacientes.
Cuatro de los voceros de los pacientes lograron reunirse con el secretario de Gobierno del estado Portuguesa, Rafael Torrealba, y tras el encuentro, el funcionario se comprometió a buscar los mecanismos para reparar las máquinas averiadas, garantizar el agua, instalar áreas acondicionados en las dos eras y sustituir un transformador que tiene tres años quemado y que alimenta a la unidad y otros establecimientos comerciales y edificios de la avenida Alianza, donde se ubica el Servicios Nefrológicos.
