Acarigua.- Desde hace más de 210 días, un centenar de familias del sector rural El Guamo de la parroquia Pimpinela, en el municipio Páez del estado Portuguesa, han dormido en medio de la oscuridad y pasado el día en el inclemente calor y con mosquitos, propios de la época, producto de la avería de un transformador que no ha sido sustituido ni reparado por las autoridades.
Los más afectados son ancianos y niños que padecen las altas temperaturas, que en Portuguesa sobrepasan los 35° grados. Son más de siete meses sin electricidad, por lo que este jueves 6 de agosto, un grupo de madres tomó la Alcaldía del municipio Páez para exigir al mandatario local que atienda la situación, denunciada desde el inicio.
Indicaron las afectadas que tanto sus hijos como adultos mayores son asediados por los zancudos en medio de la oscuridad de la noche. Ya todos en la comunidad tienen llagas en la piel por las picaduras de los mosquitos.
Ni la Alcaldía ni otros entes gubernamentales como Corpoelec se han encargado de reponer el transformador que estalló en esta zona rural, según lo indicado por Hilda Hurtado.
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«Durante siete meses hemos pasado informe y también protestado trancando la vía de acceso al caserío, pero nadie nos ha atendido. Ya no aguantamos. Tenemos niños que están sufriendo por todo está situación y adultos mayores que están postrados en camas y son hipertensos, no pueden pasar más días así, sin que nadie se compadezca», dijo.
Como consecuencia de la falla eléctrica, la madres deben darle de beber a sus hijos agua de un río, ante la falta del servicio, debido a que en la localidad se surte por bomba hidroneumática. «Están también enfermos del estómago».
Las amas de casa, desde el mismo río también deben cargar tobos de agua para realizar las labores y el aseo diario, aseguró Hurtado. «En el río o en medio de la oscuridad nos han salido culebras que ponen en riesgo la vida de todos».
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Los vecinos han denunciado que producto de la falla eléctrica también se han visto en la obligación de cocinar a leña, puesto que muchos estaban haciéndolo en cocinas eléctricas porque en la barrida no hay distribución de gas desde hace meses.
Zona rural
La situación no solo afecta a quienes viven en esta zona, sino también a los agricultores que tienen sus unidades de producción en el sector. «Ellos han trancado la vía en varias oportunidades, como este martes 4, y con toda razón, los apoyamos, pero las trancas retrasan la salida de nuestros rubros», indicó María Rodríguez, productora de la zona.
La falla eléctrica mantiene a toda la comunidad y a quien circule por el lugar incomunicado. «Se pierde la señal y esto representa un riesgo para todos los que estamos en la zona. Si llega a ocurrir un accidente, una emergencia no hay cómo notificarlo o pedir ayuda».
Rodríguez lamentó que esta zona del estado, donde se produce gran cantidad de arroz, esté en total abandono por parte de las autoridades.
