Barinas.- Un comerciante identificado como Wilmer Pérez Vivas, convaleciente de COVID-19 y hepatitis B, estuvo detenido por un poco más de 48 horas, luego que una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), lo aprehendiera llegando a su casa, el pasado domingo 11 de octubre, en el barrio Primero de Diciembre, ubicado en la parte baja de la ciudad de Barinas, capital del estado llanero homónimo, en Venezuela.
Pérez Vivas contó a El Pitazo, en una llamada telefónica, que el domingo en la mañana acudió hasta la estación de servicio Vista Hermosa, cerca de su vivienda, para llevarle el desayuno a un familiar que tenía dos días haciendo fila en espera de combustible, y verificar si llegaba gasolina para movilizar su vehículo y hacer la cola para surtir.
Dice que al llegar a la fila, habían unos palos atravesados en la vía, porque a la bomba no llegó gasolina sino gasoil y muchos de los conductores ya tenían varios días aguardando la gandola. Asegura que le sugirió al grupo que quitaran los obstáculos para evitar inconvenientes y se dirigió hasta la E/S para preguntar cuándo llegaba el combustible para informar en el grupo que estaba a pocos metros, a fin de calmar los ánimos
A su regreso, les informó sobre la conversación y se devolvió para su casa, ya que por estar aún convaleciente del coronavirus y la hepatitis, no era recomendable para su salud. Cuenta que a unos 100 metros de llegar a su vivienda, en el barrio Primero de Diciembre, un vehículo particular, sin ninguna identificación, le obstruyó el paso, se bajaron dos funcionarios de las Faes y lo llevaron detenido para un depósito ubicado cerca de Disbasa, en la zona industrial, «donde no dejan entrar ni a la madre de uno», comenta.
«No me trataron mal, pero cuando llegué hubo un funcionario alzado que intentó golpearme, solo que ahí estaba otro funcionario que me conocía y evitó que me maltratan«, reconoció Pérez Vivas.
Eso fue entre las 9:30 y 10:00 am del 11 de octubre y desde ese momento, Pérez Vivas aún se pregunta cuál fue el delito que cometió para que pasara más de 48 horas detenido, porque pudo recobrar su libertad el martes, 13 de octubre, con una medida de presentación cada 30 días.
«Mal uso de la ley»
El abogado Enzo Mencías, de la ONG Red Justicia y Libertad y su colega Lucía Quintero, coordinadora regional del Foro Penal, asistieron en una defensa en conjunto a Wilmer Pérez en su audiencia de presentación.
Mencías informó, por medio de un mensaje de voz en WhatsApp, que a Wilmer Pérez las autoridades le imputaron el delito de instigación al odio, en base a la Ley Contra el Terrorismo, pese a que no hay ningún argumento para hacerlo. No hubo alteración del orden público, no hubo devastación, tampoco vandalismo ni mucho menos pruebas para dichos argumentos, explica.
Agregó que la Red Justicia y Libertad seguirá pendiente de lo que ocurra en el caso, porque situaciones como esas deben ser investigadas y están siendo documentadas.
Solo ocho estaciones de servicio despacharán gasolina en Barinas
«Estamos viendo el mal uso de la ley y de la norma para la aplicación de estos hechos que, en un país democrático, solo sería una falta, en caso de que existiese, pero la protesta no puede ser criminalizada por expresarse, más cuando a los venezolanos les toca dormir en las colas, en las estaciones de servicio, por dos y tres días, cocinar a leña o tener agua por ratos al día. Es difícil», expresó Mencías.
Entre septiembre y octubre, en Barinas, conductores de diversos municipios han protagonizado cerca de 100 protestas por fallas en el suministro de gasolina y al menos 10 personas han sido apresadas, por funcionarios policiales, por expresar su molestia por la escasez del combustible.
