Barinas.- La quema de artefactos electrodomésticos y el cambio drástico de las tareas domésticas y laborales denunciaron los vecinos del barrio Carlos Márquez, ubicado al sureste de Barinas, capital del estado llanero homónimo.
La situación la expuso Aura Gómez en un Arepazo con El Pitazo efectuado por la ONG Creando, aliada de El Pitazo, en donde se proyectan videos y notiaudios con los últimos hechos noticiosos y se conversa sobre temas de interés colectivo y proyectos de emprendimientos en la comunidad.
La vecina del sector enumeró tres problemas graves en su entorno: fallas de electricidad, ausencia de transporte público y la escasez de gasolina.
Dijo que las fluctuaciones de voltaje les han quemado los artefactos electrodomésticos y los racionamientos de energía eléctrica les han cambiado la vida. Explicó también que las familias ya no pueden organizarse para sus quehaceres diarios porque no saben a qué hora se quedan sin luz.
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«Ya ni a los niños los llevamos a clases, porque ellos no duermen bien y nosotros pasamos las noches en vela trapeándoles los zancudos», comentó la señora Gómez.
El transporte público también representa una dificultad en Carlos Márquez. La falta de unidades hace que la gente salga de sus casas a las 4:00 am para poder embarcarse en un bus de los del cuestionado Gobierno, si acaso la unidad se para a recoger pasajeros, y si se pierde la oportunidad de agarrar el bus, toca esperar una buseta de las líneas de transporte que comienzan a pasar después de las siete de la mañana.
Para Aura Gómez, la escasez de gasolina es un problema en la comunidad. Que no haya ese combustible, argumenta, implica que los conductores deben anclarse en unas colas eternas en las que pueden perder un día entero, tiempo en el que dejan de trabajar en sus labores habituales y que se ve reflejado, por ejemplo, en el cierre de los establecimientos comerciales del sector.
Esta ciudadana cree que la solución a los problemas de su comunidad está en manos de la Gobernación y la Alcaldía, «entes que ahora todo lo resuelven por cibernética, pero en la realidad nunca hacen nada», dijo.
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