Caracas.- Dos veces por semana, según reseña la agencia de noticias Reuters, una mujer de nombre Aleyair Romero hace temprano una fila frente al matadero municipal de San Cristóbal, en el estado Táchira, para llenar un termo con sangre de res, la única proteína entregada gratuitamente en medio de la cuarentena por COVID-19.
“Tengo desde que comenzó la cuarentena buscando sangre porque estoy parado en el trabajo”, contó a Reuters Aleyair Romero, de 20 años, quien laboró en un taller mecánico hasta el 17 de marzo, cuando empezó la cuarentena social implantada por el gobierno de Nicolás Maduro para frenar la propagación del coronavirus.
Romero dijo que debido a la crisis económica del país y a la demora en la llegada de cajas o bolsas Clap, tiene que ingeniárselas para conseguir alimentos. “A uno le toca buscar comida como sea”, agregó, sosteniendo un termo rojo que rebosaba de sangre a la puertas del matadero.
Aunque la sangre de vaca se usa para hacer una tradicional sopa en los Andes venezolanos y en la vecina Colombia, el matadero dice que más personas la están buscando para poder subsistir ante la pandemia.
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La sopa de sangre, conocida en San Cristóbal como “pichón”, generalmente se hace con cebolla y arroz, pero rara vez ha sido un pilar de la dieta en una región tradicionalmente conocida por el consumo de carne.
“Estamos pasando hambre”, dijo mientras esperaba para recoger sangre en el matadero Baudilio Chacón, de 46 años, un trabajador de la construcción que quedó desempleado por la llegada del virus a Venezuela. “Somos cuatro hermanos y un niño de 10 años. Todos nos estamos alimentando con sangre”, manifestó.
Con información de Reuters
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