San Cristóbal.- Rufo Chacón es un joven tachirense que recibió más de 50 impactos de perdigones en la cara y quedó ciego, cuando en julio de 2019 protestaba por la escasez de gas doméstico. El domingo 30 de mayo fue detenido, junto con su hermano de 16 años, por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) por supuesto robo de motos.
“Disculpe, señora, fue una equivocación”, fue la respuesta que le dieron a Adriana Parada, madre del joven Rufo cuando asistió a las instalaciones del Cicpc a buscar a sus hijos.
Parada contó a El Pitazo que a primera hora del domingo su hijo estaba acostado y dos funcionarios del Cicpc ingresaron por una pared perimetral a la vivienda y se lo llevaron detenido, junto con el hermano. Cuando la madre de los dos jóvenes fue notificada por su mamá y fue al Cicpc, le explicaron que recibieron una denuncia y procedieron, pero fue una equivocación.
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Irregulares y acoso
La abogada de Chacón, Raquel Sánchez, denunció a través de su cuenta de Twitter lo sucedido. “El abuso sobrepasó todo. Quedó en evidencia este domingo 30 de mayo, cuando funcionarios del Cicpc treparon una cerca de la casa de Rufo, se metieron sin orden judicial y lo sacaron de su cama bajo la falsa acusación de robar motos, a pesar de estar ciego”, escribió.
Según el escrito de la abogada, en el Cicpc le revisaron su celular sin orden judicial, trasladaron dos motocicletas de su propiedad a la sede y fue interrogado también sin presencia de un abogado y a su hermano, menor de edad, sin su representante legal.
La abuela de 80 años de los dos jóvenes estaba con ellos al momento de la detención, gritaba y lloraba pidiendo que esperaran a Adriana Parada, pero de igual manera ambos fueron sacados de la casa esposados.
Tras la llegada y el reclamo de la mujer, les dijeron que podían irse, si firmaba un acta. Antes de retirarse, la mujer reclamó el acto injusto contra sus hijos. “Él está ciego, no ve, en qué cabeza cabe que se va a robar una moto. Su hermano menor es también inocente e incluso si entre los dos intentaran robar, no tiene lógica que alguien sin visión participe en la conducción de una moto”, dijo Parada.
Además de esta circunstancia, Sánchez, la abogada, explicó que la familia de Rufo instaló un puesto de venta informal para tener ingresos y la Alcaldía de Cárdenas ejecutó una supuesta resolución donde ordenaban el cierre de establecimientos informales y una comisión mixta de la fuerza pública les hizo cerrar el kiosco.
“Pero se le suma el maltrato que recibe a diario por parte de funcionarios activos de los cuerpos policiales en Táchira, quienes piensan que en un acto de solidaridad con sus pares detenidos, deben atacar y humillar a esta víctima cada vez que se lo encuentran, ¿cuál es la intención? ¿Piensan que Rufo abandonará la sala de juicio donde busca justicia?”, escribió.
Por el caso de Rufo Chacón, dos funcionarios de la Policía del Táchira están detenidos mientras se desarrolla el juicio.
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