Mérida.- 223 ataques, entre robos, hurtos, invasiones y actos de vandalismo, contabilizó el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODH-ULA) entre marzo y diciembre de 2020. Los hechos delictivos, que en su mayoría permanecen impunes, ocurrieron en espacios de 13 universidades públicas del país.
«La Universidad de Oriente (UDO) fue la institución de educación superior más atacada en el país desde que se inició la cuarentena nacional por COVID-19 y hasta que terminó el año 2020. Un total de 65 robos o hurtos, ocho actos de vandalismo -que incluyó la quema de una de sus bibliotecas- y una invasión a un terreno fueron los 74 actos delictivos perpetrados en al menos cuatro núcleos de esta casa de estudios», detalla el ODH-ULA en nota de prensa difundida este martes 12 de enero.
Las otras instituciones atacadas por la delincuencia durante la cuarentena nacional por COVID-19 el año pasado fueron: Universidad de Los Andes (ULA) con 59 hechos delictivos; Universidad Central de Venezuela (UCV) con 38; Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel) con 17; Universidad del Zulia (LUZ) con 15; Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla) con 8; Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) con 4 y Universidad de Carabobo (UC) con 3.
Por su parte, en la Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), Universidad Nacional Experimental del Táchira (Unet), Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (Unellez) y Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), el ODH-ULA registró un incidente de inseguridad en cada una.
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«Solo en robos y hurtos se registraron 193 hechos desde el 16 de marzo y hasta el 31 de diciembre de 2020. La mayoría de los bienes materiales sustraídos por el hampa son imposibles de reponer debido a la asfixia presupuestaria que ejerce el régimen de facto sobre las universidades públicas del país. Los delincuentes han robado equipos de investigación científica, de computación, materiales e instrumentos de laboratorio, libros y hasta piezas que formaban parte de edificaciones y vehículos propiedad de las universidades», precisa el observatorio ulandino.
La organización defensora de derechos universitarios denuncia que la mayoría de los hechos delictivos cometidos contra las universidades no han sido investigados ni sus ejecutores detenidos. Además, en los ataques no solo ha habido robos, hurtos y destrozos, sino agresiones físicas contra vigilantes. El pasado 6 de enero delincuentes que entraron a robar en LUZ lanzaron desde un segundo piso a un vigilante e hirieron a otros custodios.
«Debido también al casi inexistente presupuesto que el Estado asigna a las universidades públicas, cada vez hay menos personal de vigilancia, y el que aún está en nómina el sueldo que percibe no le alcanza ni para pagar los pasajes para llegar a sus puestos de trabajo», agrega el ODH-ULA.
En los primeros 10 días de este año, el ODH-ULA ha contabilizado 10 incidentes de inseguridad en 5 universidades: UDO, ULA, Ucla, LUZ y UC.
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