San Cristóbal.– Cientos de venezolanos caminan desde distintos estados del país para llegar hasta la frontera con Colombia a través del estado Táchira. En el municipio Libertad hay un punto de hidratación y asistencia improvisado por la comunidad, allí uno de los voluntarios contó que una madre de tres niñas intentó regalarle a una bebé de 11 meses, la noche del viernes 16 de octubre.
Por seguridad prefirió reservar su identidad, sin embargo, el hombre contó a El Pitazo cómo una madre de aproximadamente 30 años que caminaba con sus tres hijas, intentó regalarle a la más pequeña, de 11 meses, ante la situación en que se encontraba y la travesía hasta la frontera.
“Ella, al ver la situación que estaba viviendo, porque iba solita para Colombia con sus niñas, contó que no iba a encontrarse con nadie y tomó la determinación de regalarme a la niña. Una bebé de 11 meses. Aunque la bebita estaba sanita y todo, le dije que no, que yo no podía recibirla porque era un problema jurídico. Ya después de que se enteraron en el pueblo todo el mundo la quería, pero ¿cuál es el problema? Que ella es la mamá y después tendríamos problemas nosotros mismos con las autoridades”, explicó el hombre que es voluntario para ayudar a los caminantes.
Según dijo el señor, la mujer debía tener un cuadro depresivo, pues desde que llegó hasta que se fue no paraba de llorar. No le preguntó edad ni estado de procedencia, solo se concentró en tratar de explicarle los peligros de regalar a la pequeña niña, especialmente en la frontera.
“La muchacha iba muy deprimida, traté de decirle lo que podía sucederle a esa niña allá en Colombia, que si la regalaba la podían agarrar personas que en realidad no tienen buen corazón, sino que le pueden quitar los órganos. Le expliqué todos los riesgos y empezó a llorar aún más y a insistir que no, que me quedara yo con ella. Entendemos la situación, sobre todo porque iba muy deprimida, pero es lamentable. Yo creo que más adelante iba a regalar a sus hijas, porque ya estaba regalando a la primera”, precisó.
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La mujer estaba caminando con la bebé de 11 meses y dos niñas de 2 y 4 años. Llegó a Capacho, zona del municipio Libertad, para descansar en una cancha donde la comunidad ofrece hidratación, ropa, alimentos y medicinas a quienes están caminando para llegar a la frontera y cruzan para llegar hasta Colombia.
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El hombre lamentó la situación. Aunque la muchacha continuó el recorrido con sus niñas, él teme que eventualmente habrá quienes las reciban como un regalo. Pese a que hubiese querido ayudarla, temía tener problemas legales, además de económicos, porque no tiene grandes ingresos para mantener a una bebé.
En el pueblo donde atienden a los emigrantes también se han presentado situaciones iguales. “Unos papás con dos niñas estaban caminando y vinieron a dormir en la cancha. Como a las 4:00 am, mientras las niñas dormían, se levantaron, recogieron sus cosas y ya se iban, fue otro de los caminantes que se dio cuenta de que iban a dejar a sus hijas y comenzó a silbar y gritas y se armó el alboroto y, entre lágrimas, ambos dijeron que no tenían cómo alimentar a las pequeñas en el resto del trayecto. Nosotros estamos ayudando, pero también vivimos en crisis, no podemos quedarnos con cuanto niño quieran regalar”, indicó.
Según su testimonio, otros dos vecinos contaron haber estado en circunstancias donde les intentaron regalar a niños, pero ninguno aceptó, porque temen que puedan ser denunciados por secuestro a menores o tampoco tener las condiciones para mantenerlos.
