Mérida.- Por segundo lunes consecutivo, este 7 de febrero representantes de gremios, autoridades, profesores, trabajadores y estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA) en Mérida salieron a protestar con pancartas y consignas ante la precaria situación en la que se encuentran los universitarios por bajos salarios y falta de presupuesto.
Miembros del Sindicato de Profesionales y Técnicos Superiores Universitarios de la ULA (Siprula), de la Asociación de Profesores de la ULA (Apula), del Movimiento Estudiantil 20, de la Confederación de Estudiantes de Venezuela (Confevme) y de la sociedad civil, entre otros, participaron en la protesta que se desarrolló de manera pacífica frente al edificio administrativo de esta universidad, en la avenida Don Tulio Febres Cordero.
Violación del derecho a la educación
Dionis Dávila, secretario general del Siprula y presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Profesionales Universitarios de Venezuela (Fenasipruv), hizo énfasis en que el gobierno nacional de Nicolás Maduro viola el derecho a la educación al asfixiar a profesores y trabajadores con salarios que no superan los 11 dólares al mes, en el mejor de los casos.
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«Estamos reimpulsando esta exigencia al gobierno nacional, quien quiere cercenar el derecho a la educación a los jóvenes. Quiere cerrar las universidades. ¿Cómo lo está haciendo? Negándonos el derecho a tener un salario digno, a tener un derecho a la salud, a tener un presupuesto justo para poder levantar nuestras universidades», dijo Dávila.
Por su parte Virgilio Castillo, presidente de la Apula, insistió en que la asfixia a las universidades públicas del país ha sido una política gubernamental desde hace años, con consecuencias irremediables para la educación superior venezolana.
«Tenemos muchos años en esto. Ha sido reiterado el respaldo de la comunidad universitaria a las exigencias de los gremios. Sin embargo, el gobierno nacional ha hecho caso omiso a estas solicitudes. Se han agotado todas las vías democráticas del ejercicio de la protesta pacífica para exigir al gobierno reivindicaciones salariales», recordó Castillo, quien también se refirió al caso del profesor Pedro José Salinas, encontrado en estado de deshidratación severa el pasado 23 de enero junto al cadáver de su esposa, trabajadora de la ULA.
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Estudiantes también exigen sus derechos
Joel Zerpa, consejero universitario y líder estudiantil, acotó que la protesta no es solo para exigir el cumplimiento de los derechos de profesores y trabajadores universitarios, sino también de los derechos de los estudiantes, cuyas becas son gestionadas por el sistema patria desde 2020 y no superan los dos dólares mensuales.
«No solamente se trata de los salarios de los profesores. También se trata de las reivindicaciones estudiantiles. Se trata del derecho de todos los universitarios a una calidad de vida. Por eso estaremos acá constantemente, cada lunes, cada día, en la calle, junto a nuestros gremios, porque no se trata solamente de un sector. Se trata del derecho de todos los universitarios a una calidad de vida (…) ¡Basta de que se mueran los ulandinos!», enfatizó Zerpa.
El pasado lunes 31 de enero también protestaron miembros de la ULA, en la sede del Rectorado. Los casos del profesor Salinas, su esposa y el fallecimiento de Antonio Suárez, vigilante de esta universidad que vivía en un aula de clases por no tener para pagar una residencia, fueron detonantes para reactivar la protesta en esta institución.