San Cristóbal.- Más de mil taxistas tienen tres días y dos noches sin llegar a sus viviendas haciendo cola por combustible a las afueras de una estación de servicio ubicada en el sector Las Lomas, de la ciudad de San Cristóbal, en el estado Táchira, ante la ausencia de gandolas que lleguen con el hidrocarburo.
Esta es la realidad que vive la entidad andina desde hace más de una semana, pero que se ha incrementado durante los últimos días, pues ha sido poco el combustible que ha llegado por razones no precisadas.
A media mañana de este viernes, 10 de mayo, el grupo de trabajadores del volante decidió trancar las calles, pues aseguran estar cansados de vivir en el vehículo, sin poder alimentarse bien, haciendo sus necesidades en la calle, dejando de tener ingresos para la alimentación de su familia y de compartir con sus seres queridos, por la falta de respuestas de parte de Pdvsa.
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Rulfo Molina, taxista, indicó que tiene tres días en la cola, y que tiene conocimiento de que ha llegado gasolina a otras bombas, pero a ellos ni esperanza.
Una vez que decidieron trancar el paso, se les presentó un capitán de la Guardia Nacional con quien conversaron, y una hora después ya estaba llegando una gandola a iniciar su descarga.
“Pero cuando llega la gasolina le aseguro que nos quitan la luz para seguir presionando. El llamado es a las autoridades para que la gasolina nos la dejen echar en todas las bombas como antes, que no nos quiten el derecho, nosotros hacemos la cola como debe ser y que nos echen en todas las bombas, porque en San Cristóbal nos abastecen solamente en dos estaciones de servicio.
Aquí hay más de mil taxistas durmiendo, comiendo y haciendo las necesidades en el carro, por incumplimiento de la gente de Pdvsa”, expresó.
Por su parte Manuel Castro, taxista, indicó que la primera explicación que les dieron es que la gandola que iba a ese sector fue desviada. Considera que lo que ocurre en el estado Táchira desde hace años con el combustible es una humillación, que no les permite trabajar, ni llevar el sustento diario a sus hogares.
“Entonces cómo quieren que trabajemos si no tenemos gasolina, y cuando llega la gasolina no hay luz. Nosotros exigimos que nos den una estación de servicio que tenga planta para no dormir uno en la calle y vivir en el alto riesgo que estamos”, acotó.
Por su parte Andrés Sánchez, denunció que cuando les corresponde abastecer por número de placa tampoco se los permiten.
“Cuando toca por numeral de la placa no nos quieren echar en ninguna de las otras estaciones, no entendemos por qué, todos los días nos cambian las normas”, acotó.
Mientras El Pitazo estaba en el lugar comenzaron a marcar los vehículos con una letra del abecedario acompañado de un número, a medida que se cumplían 100 números cambiaba la letra del abecedario y reiniciaba la numeración, a ese paso iban ya por la letra G, cumpliéndose con ello el marcaje de 700 vehículos y todavía faltaban otros.
Las estaciones de servicio para vehículos particulares no tenían un panorama distinto, las filas de carros todavía superan las 30 cuadras y a la espera de la gandola; le sigue la del racionamiento de electricidad que como mínimo es de siete horas.
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