Mérida.- Desde ayer martes 23 de febrero está de nuevo en funcionamiento el incinerador de desechos biológicos del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), principal centro de salud centinela para la atención del COVID-19 en Mérida. El equipo estaba paralizado desde el pasado 24 de enero, cuando desconocidos hurtaron el quemador, pieza indispensable para su funcionamiento.
La restitución de la pieza hurtada fue hecha por la Gobernación de Mérida, ente del que depende el Iahula. Ramón Guevara, primer mandatario regional, informó que la adquisión del quemador fue posible gracias a la acción conjunta del Ejecutivo regional, la directiva del hospital y la empresa privada. El costo de la reparación superó los 14.000 dólares.
«El día de hoy reactivamos nuevamente el incinerador de materiales patológicos de quirófano, obstetricia y material descartable de aislamiento COVID-19, todo ello luego del hurto sufrido en semanas anteriores (…). Rechazamos cada uno de los maltratos, daños, robo y hurto, del cual somos víctimas constantemente a causa de la mala fe de unos pocos y la falta de seguridad para nuestra institución», dice una publicación en la cuenta de Instagram del Iahula.
Médicos y personal del Iahula han denunciado que esta institución es objeto de hechos delictivos constantemente. A pesar de ser el principal hospital de la entidad y de la región andina, no cuenta con vigilancia propia y depende de los cuerpos de seguridad del Estado.
Déficit de personal representa principal crisis del Hospital Universitario de Los Andes
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