Mérida.- El pasado 3 de julio un bebé de apenas dos días de nacido fue robado del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes (Iahula) por una mujer que se hizo pasar por enfermera. Hasta la fecha no se ha tenido rastro del recién nacido ni de su captora.
María Vicenta Dávila, abuela paterna del bebé, pidió en rueda de prensa este martes 9 de julio que apoyen a la familia compartiendo la etiqueta #DevuelvanAJael en redes sociales y todos los canales de comunicación posibles.
“Los padres de Jael Isaac no tienen alientos para estar aquí, pero yo los represento y pido todo el apoyo que puedan darnos para encontrarlo. Yo estoy dispuesta a pagar el dinero que pidan para devolverlo, pero por favor no nos engañen. Que la información que tengan sea cierta”, indicó Dávila, a cuyo número telefónico pide que se comuniquen quienes tengan información del caso: (0426) 601.11.28.
La madre del bebé, Gabriela Sánchez, está recibiendo ayuda psicológica desde que ocurrió el hecho. Actualmente se encuentra en su vivienda en Mucuchíes, municipio Rangel del estado Mérida, junto a Juan José Rivas, padre del recién nacido, y la hija mayor de ambos de ocho años de edad.
“Mi nuera está muy mal. Ella tuvo dos pérdidas antes y debió hacerse un tratamiento para poder tener a este bebé. Era un hijo muy deseado por sus padres. Pedimos a todas las personas de buen corazón que nos apoyen para encontrarlo pronto”, ruega la abuela del bebé.
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Ninguna fuente oficial ha declarado sobre el caso
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la entidad inició las investigaciones del caso desde el mismo día del robo. Sin embargo, ningún funcionario de este ente policial ha ofrecido declaraciones a la prensa.
La directiva del hospital tampoco ha dado información oficial a los medios. Ignacio Sandia, director del Iahula, informó a El Pitazo del hecho el día que ocurrió, pero no ha habido un pronunciamiento posterior.
La posible implicación en el hecho del personal del Iahula ha sido descartada hasta ahora. Dos enfermeras habían sido detenidas de forma preventiva como parte de las investigaciones que realiza el Cicpc, pero fueron liberadas al no encontrar indicios de su participación en el hecho.
Falta de seguridad y astucia de la ladrona facilitaron el robo
María Vicenta Dávila relató que la mujer que robó a su nieto actuó como una verdadera enfermera, lo cual hizo posible que lograra su cometido. “Ella incluso le sacó sangre a otra paciente para un supuesto examen que debía hacerse. Luego llegó a donde estaba mi nuera con el bebé y se lo pidió para supuestamente pasarle un tratamiento. Cuando nosotros llegamos ya el bebé no estaba y mi nuera yacía dopada. Esa mujer le suministró algo para sedarla”.
La ladrona había intentado primero robarse a otro bebé bajo el mismo pretexto de suministrarle un tratamiento, pero el padre de este impidió que se lo llevara. “El papá de ese bebé nos dijo que la mujer tiene un corazón tatuado en el brazo derecho. Esa es la única pista que tenemos de ella”, informó Dávila.
El hecho ocurrió en el horario de visita, entre las 11:00 am y las 12:00 m, lo que facilitó el ingreso de la delincuente y su posterior salida con el bebé. Sin embargo, la falta de medidas de seguridad y de cámaras en las instalaciones del hospital fueron resaltadas por María Dávila. “El hospital no cuenta con cámaras de seguridad en el área donde están los bebés. Solo está la grabación de la cámara ubicada en la entrada principal del hospital”, precisó la abuela del bebé.
El Iahula tampoco cuenta con suficiente personal de seguridad. Los cuerpos policiales que operan en el estado, cuya administración depende del Gobierno nacional, no tienen funcionarios delegados en el principal centro de salud de la región.
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