Cuando no hay electricidad, las estaciones de servicio de Mérida que no cuentan con planta eléctrica deben paralizar el despacho de combustible. Foto: María Fernanda Rodríguez
Mérida.- El racionamiento eléctrico, que lleva todo el año en curso, no cesa en Mérida. Esta semana, que comenzó el 1° de junio con el reinicio de venta de gasolina para particulares, los cortes de luz suman, en promedio, 14 horas diarias. Conductores han reportado a El Pitazo que pasan hasta siete horas sin que la cola de gasolina que hacen se mueva por la falta de electricidad en la estación de servicio donde intentan surtir.
«Ayer (3 de junio) entre las 7:00 am y las 2:30 pm no hubo luz en la estación de servicio Inversiones La Avenida. Durante todo ese tiempo no surtieron gasolina porque esa bomba no tiene planta eléctrica», contó a El Pitazo un conductor del municipio Libertador que estaba desde las 5:00 am en fila a la espera de poder surtir. Logró su cometido cerca de las 4:00 pm.
En otros municipios del estado los apagones también paralizan el despacho de combustible. En Caracciolo Parra, capital Tucaní, apenas 200 de 1.200 motocicletas pudieron poner gasolina el 3 de junio, debido a los cortes del servicio eléctrico y a que hay un solo surtidor en la estación de servicio dispuesta para este tipo de vehículos.
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«Aquí las colas son interminables. La gente duerme de un día para otro y no alcanzan a tanquear porque los guardias nacionales son los que tanquean y tienen un solo pico (surtidor) para despachar. Además, cuando se va la luz no dan el servicio», relató a El Pitazo una habitante de Tucaní.
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Eduardo Barrios padeció el martes 2 de junio para poder echarle gasolina al tanque de su moto en la única estación de servicio que hay en Tabay, municipio Santos Marquina. «Al irse la luz acá no señal hay, entonces todo pasa a hacerse manualmente y la lentitud es enorme. Solo aceptaban efectivo porque el punto (sistema Biopago) no sirvió. Menos mal que yo tenía efectivo. Estuve en la cola desde las 11:30 am hasta las 8:30 pm», contó. Ese día solo despacharon 25 litros de gasolina a apenas 100 vehículos.
Las fallas en el servicio eléctrico, que también afectan las telecomunicaciones, inciden en que el proceso de despacho de gasolina se ralentice. El sistema Biopago generalmente no funciona cuando no hay luz y las estaciones de servicio que carecen de planta eléctrica paralizan la venta al no poder usar los surtidores.
En los municipios Rivas Dávila, Pueblo Llano, Santos Marquina y Caracciolo Parra, El Pitazo recibió reportes sobre la extensión del cronograma de un día para el siguiente de los mismos terminales de placa, debido a que quedaron en cola cientos de vehículos sin poder surtir.
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La organización no gubernamental Promedehum registró durante el mes de mayo un 65 % de aumento en la cantidad de horas que los merideños pasan sin servicio eléctrico, en relación con la estadística llevada en abril por esta ONG, en el marco de su investigación «Mérida se apaga».
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