La llegada de un hombre con aspecto informal y provisto de grandes cantidades de dinero junto a su pareja para solicitar el blindaje de una camioneta Toyota fue el argumento de un comercial publicado el 20 de enero en Instagram por Luxury Armor, una empresa venezolana especializada en la protección y defensa de vehículos.
Lo que pretendía ser una publicidad de servicios de blindaje de autos generó rechazo y críticas en redes sociales. La cuña llegó a ser considerada “marginal”, “adefesio” y “grotesca” por distintos usuarios. La representación de lo que comúnmente se denomina como “nuevo rico” o “enchufado” donde se impone el desenfado, la cosificación de la mujer y el dinero que fluye con mucha facilidad en unas pequeñas élites de Venezuela fue el objeto del disgusto en redes, concluyeron los especialistas consultados por El Pitazo.
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La empresa Luxury Armor rechazó el video, y el 24 de enero emitió un comunicado con una disculpa, alegando que el contenido de la promoción “se distancia mucho del tono y la esencia que caracteriza nuestra marca”. Además, se lamentan por fomentar “estereotipos contra los que debemos luchar en lo que respecta al trato hacia las mujeres”. Pero ya era tarde, las redes sociales habían estallado y mostrado su desagrado con la publicidad, llegando a salpicar a la empresa y al propio influencer, Alejandro Lezama, alias el “Toyobobo”.
A pesar de la gran polémica que giró en torno al video publicitario, especialistas señalan que en Venezuela ha sido costumbre que se difundan escenas o parodias que se distancian de los valores familiares y de los derechos humanos.
El Portu de A que te ríes es parte de estos ejemplos. La parodia protagonizada por el comediante Carlos Rodríguez era transmitida por Venevisión. El personaje de El Portu se caracterizaba por las palabras doble sentido que empleaba y por la forma poco amorosa en que trataba a su esposa. “Mire, Fátima, vaya para allá. Usted es como un microondas, calienta pero no cocina. Fuera de aquí”. También era famoso por estar enamorado de la controversial Rosita (Jimena Araya), la chica de servicio, y por hacer lo imposible para tener una buena vista del voluptuoso cuerpo de la mujer.
EL LENGUAJE OBSCENO NO SOLO SE VE EN CAMPAÑAS PUBLICITARIAS Y EN REDES SOCIALES, TAMBIÉN SON USADAS POR ACTORES POLÍTICOS EN PROGRAMAS TELEVISIVOS COMO LA HOJILLA Y CON EL MAZO DANDO
Otra muestra es la campaña publicitaria de la marca de motocicletas Bera. La cantante y bailarina venezolana Diosa Canales aparece con una carga elevada de erotismo. En el comercial se puede ver a un joven conduciendo a toda velocidad su motocicleta hacia un lugar donde ya lo espera la modelo. Diosa Canales lo recibe vestida toda de piel, pero en una escena subsiguiente se le puede apreciar sin prendas de vestir. Luego, una voz en off dice la frase: “Móntate en una Bera. Venezuela, territorio Bera”, mientras la venezolana no deja de besar y seducir al joven.
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El psicólogo social, Harrinson Santiago, explica que dentro de este tipo de publicidad existen mensajes subliminales. “Se da entender que, teniendo una moto como esa, puedes tener una mujer como la que muestran ahí. Eso a nivel social es deseado, se reporta como estatus. Va dirigido a una audiencia que le da importancia a ese tipo de mensajes”.
Luis Bond, crítico de cine, explica que este tipo de humor no se queda en el que se hacía para las parodias de Radio Rochela, Bienvenidos, Cheverísimo o en las publicidades de motos Bera, sino que saltó al nicho de los influencers.
“Al brincar a las redes sociales se vuelve mucho más machista, soez y ofensivo, porque si bien es cierto que siempre existieron los programas de comedia en Venezuela, era televisión y había cierto control, pero como en Internet todo es libre podemos ver todo tipo de humor: desde uno muy inteligente hasta uno muy ofensivo”.
A pesar de lo permisivas que puedan ser las redes sociales, para cierto tipo de contenidos, suponen nuevos retos y exigencias. Jennifer Soler, especialista en mercadeo, agrega que ahora con las redes sociales y la segmentación de las audiencias, las campañas publicitarias se hacen mucho más virales porque existe la retroalimentación, que no siempre es positiva como ocurrió con el comercial de Luxury Armor. “Ya el consumidor pasa a ser productor de contenidos e incluso dicta la línea del contenido que quiere consumir. ¿Cómo lo hace? Dando su opinión, cuestionando, interactuando. Eso obliga a las marcas a entender cuáles son las necesidades de su público y a darle respuesta”.
Harrison Santiago, psicólogo social
El lenguaje obsceno no solo se ve en campañas publicitarias y en redes sociales, también son usadas por actores políticos en programas televisivos como La Hojilla y Con el Mazo Dando.
“Se está direccionando el mensaje hacia la población que ellos quieran que vaya. Los antivalores es lo que se está privilegiando en el país, unos valores que van en oposición a los valores de la familia o la integridad de los derechos humanos. Ellos envían el mensaje hacia la población que ellos saben que pueden ver su contenido o adquirir sus productos”, explica la socióloga Verónica Zárraga.
Los especialistas consideran que no necesariamente las audiencias de los influenciadores se comportan como el personaje que ellos interpretan, pero sí se divierten con su contenido. Es decir, no se le habla al público de la marca, sino al del influenciador.
Santiago dice que lo que muestran los influenciadores es información parcializada o sesgada, donde ellos transmiten fragmentos de la realidad para que las personas se sientan identificadas. “El éxito es que logran ejemplificar y mostrar lo que está pasando en la realidad y la sociedad. Por ejemplo, cuando un Marko Música hace de mujer atacada y que dice groserías, está tratando de representar el comportamiento de algunas mujeres. Pero él está haciendo caso omiso a las mujeres que no dicen groserías, que no son celosas y entonces está presentando solo un lado de la sociedad”.
Luis Bond, crítico de cine
Los especialistas explican que en el caso del comercial de Luxury Armor lo que ocurrió es que el público del influencer y el de la marca no coincidieron. Soler comenta que el comercial de Luxury Armor no genera reacciones adversas por el hecho de que no se tenga el dinero para adquirir esos productos o servicios, sino por el personaje que lo representa: “Obviamente para la población que no forma parte de ese grupo, indudablemente ofende y genera rechazo. Estás hablando de valores que está trayendo nuestra sociedad donde la gente que puede acceder a ese tipo de vehículos o blindaje es gente que tiene mucho dinero y que, por lo general, en esos códigos en los que está hecho el comercial se identifican a personas que no están en negocios lícitos. Se asocia ese tipo de comportamiento y de vocabulario a la gente que tiene negocios ilícitos”.
La especialista en mercado y también profesora universitaria agrega que, desde el punto de vista del mercadeo influyente, los influenciadores que crean un personaje le están hablando a su público, a la gente que consume su contenido. “En el caso de la empresa de blindaje de autos, lo que ocurrió es que se equivocaron al seleccionar a este influenciador. Quizá se dejaron llevar por la cantidad de seguidores y no por el target de la marca”.
LO QUE MUESTRAN LOS INFLUENCIADORES ES INFORMACIÓN PARCIALIZADA O SESGADA, DONDE ELLOS TRANSMITEN FRAGMENTOS DE LA REALIDAD PARA QUE LAS PERSONAS SE SIENTAN IDENTIFICADAS
Venus Zappala, comediante, explica que el humorista cuando crea a un personaje para hacer una parodia por lo general se basa en personas de la vida real, de lo que ven día a día. “Con el personaje se busca hacer reflexionar al público y esa reflexión termina en risa porque el público se identifica con lo que ve”.
Asimismo, Zappala señala que el mundo de la comedia tiene fines comerciales y hay ciertos personajes que si los interpretas pueden tener más alcance, más visualizaciones, más likes, más comentarios. “Esos personajes aunque uno considere que no transmiten buenos valores, conductas o prácticas sociales, son personajes que existen en la sociedad y el ser humano naturalmente cuando escucha una grosería le da risa o cuando el contenido es vulgar. Y esto hace que estos influenciadores se afiancen de estos personajes para construir su marca personal”.
El psicólogo social Harrinson Santiago argumenta que en los contenidos que producen influenciadores o comediantes, las personas ven el reflejo de la sociedad. “Aunque no comparta el chiste machista o feminista, si eso va acorde con la dinámica social y la representación social de esa cultura, probablemente, ocasione risa. Y la risa es algo que es poco probable que la gente pueda controlar. Te guste o no te guste el influenciador, si se representa una situación que yo considero que puede ser así y se trivializa de forma cómica, eso va a generar risa”.
Verónica Zárraga, socióloga
Santiago señala que la risa genera un estado de bienestar en las personas. “La risa puede fungir como un mecanismo de afrontamiento, de resiliencia, en el que las personas se basan para liberar algunas tensiones, drenar, fomentar la salud mental, también logra distorsionar un poco la realidad para asumirla, digerirla y concebirla de una manera más fácil. Mientras yo me río me siento bien, mientras yo me río no hay preocupaciones. Esa es una visión que no es consciente y solo se ve el contenido del influencer porque es un vacilón”.
A pesar que Alejandro Lezama se ha encargado de darle vida a un personaje que refleja a la sociedad venezolana, así como lo hace Marko Música con personajes que él llama Madame Puti, la amiga sifrina, la amiga tierrua, La Yoxi y La Tuxi. La puesta en escena de Lezama en la publicidad de Luxury Armor no gustó y generó muchas críticas.
“Lastimosamente como el personaje es tan real y además el producto que está vendiendo es un producto que técnicamente solo consume una parte de la población, el chiste no fue bien recibido. Al contrario, se vio como una burla a la población que no pertenece a ese sector”, concluye el crítico de cine Bond.
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