Washington.- El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, anunció este martes, 16 de junio, un decreto que busca proporcionar incentivos financieros a aquellos departamentos de Policía que mejoren su formación y estándares sobre el uso de la fuerza, una reforma mucho más modesta de lo que piden los activistas en las protestas.
«Estos estándares (para el comportamiento de los policías) serán tan altos y fuertes como sea posible en la Tierra«, dijo Trump a la prensa poco antes de firmar la orden ejecutiva en la Casa Blanca y después de reunirse con los familiares de afroamericanos que han perdido la vida en algunos casos a manos de policías.
Los departamentos de Policía que quieran recibir esos fondos federales deberán pasar por un proceso de certificación en el que se comprometerán, entre otras cosas, a «prohibir» la práctica de agarrar del cuello para dificultar la respiración a los detenidos «excepto si la vida de un agente está en riesgo».
Esa maniobra mató el pasado mayo al afroamericano George Floyd en Mineápolis (Minnesota), donde un policía le presionó el cuello con su rodilla durante casi nueve minutos, un incidente captado en vídeo que desató una ola de protestas en Estados Unidos y otros países.
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La medida llega en la cuarta semana de protestas por la violencia policial contra los afroamericanos en EE. UU. y en medio de fuertes críticas a Trump por su reacción a ese movimiento, y el mandatario dejó claro que se opone «rotundamente» a la petición de reducir los fondos a los departamentos de policía.
A falta de que la Casa Blanca publique el texto del decreto, el impacto de la medida de Trump parece limitado, ya que no puede obligar a los departamentos de Policía a comprometerse con esas buenas prácticas, aunque el mandatario se comprometió a trabajar con el Congreso para impulsar reformas más ambiciosas.
El presidente aseguró que se había «comprometido» con familias de afroamericanos -con los que se reunió este lunes- a trabajar para evitar que esos casos sigan repitiéndose, pero ninguno de esos familiares le acompañó en el acto, al que sí asistieron numerosos representantes de agencias del orden y sindicatos policiales.
Trump insistió en que solo «un porcentaje enano» de los policías cometen actos brutales o racistas y afirmó que la gran mayoría de los estadounidenses, aunque no lo sepan, están de acuerdo con su lema electoral de «ley y orden».
El decreto del mandatario también busca fortalecer una base de datos nacional para que los policías despedidos por negligencia o conducta inapropiada en una ciudad no puedan incorporarse fácilmente a agencias del orden en otras ciudades.
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