Tribunal australiano absuelve a cardenal condenado por abuso sexual

George Pell fue en su momento una de las máximas figuras de la Iglesia en Australia y prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano. Foto: Cortesía Infobae

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La Corte Suprema de Justicia de Australia absolvió por unanimidad, este martes 7 de abril, al cardenal George Pell, exarzobispo de Sidney y de Melbourne, quien en enero de 2019 había sido condenado a seis años de prisión por presuntamente haber abusado sexualmente de dos menores de edad.

Según reseña el portal Religión en libertad, la jueza Susan Kiefel fue la encargada de leer la sentencia ante un público conformado solamente por siete periodistas y dos abogados, indicando que el sacerdote quedó exonerado de toda culpa, sin apelación posible. Pell, de 78 años, fue liberado horas después de la prisión de máxima seguridad de Barwon.

Pell había sido acusado de abusar de dos jóvenes de 13 años en 1996, cuando recién había sido nombrado arzobispo de Melbourne. Uno de sus acusadores murió por una sobredosis en 2014, por lo que la denuncia recayó en el otro demandante, quien aseguraba que el religioso les había obligado a practicarle una felación en la sacristía donde se cambiaban después de una misa. Sin embargo, el testimonio de 20 testigos y una reconstrucción de los hechos realizada por el periodista Andrew Bolt mostró incoherencias en las declaraciones y la imposibilidad física y cronológica de la supuesta agresión sexual, lo que obligó al tribunal a reconsiderar su decisión.

Las evidencias ya habían sido argumentadas por la defensa durante una apelación el pasado 21 de agosto; sin embargo, en aquella oportunidad, la corte del estado de Victoria desestimó las pruebas y ratificó la privativa de libertad. Ahora, los siete magistrados del máximo tribunal de la nación oceánica revirtieron la medida al considerar que no hay evidencia suficiente para condenar al acusado.

Pell, quien llegó a ser una de las mayores autoridades eclesiásticas de Australia y dos veces candidato en los cónclaves para elegir al sucesor de San Pedro, fue expulsado de la Iglesia en 2018 por el Papa Francisco, que le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal, incluido su cargo como miembro del Consejo de Cardenales y prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano. También se le prohibió mantener cualquier tipo de contacto con menores de edad.