Tegucigalpa.- La tormenta tropical Iota, que salió este miércoles, 18 de noviembre, de Honduras convertida en depresión y cruzó a El Salvador, ha dejado a su paso por el país seis muertos y un panorama desolador, con inundaciones y estragos en cultivos e infraestructura, miles de damnificados y decenas de personas a la espera de un rescate.
Iota, clasificado como un huracán extremadamente peligroso, ocasiona hasta ahora seis personas muertas en los departamentos de Ocotepeque e Intibucá, en el occidente del país, informó el Cuerpo de Bomberos de Honduras.
Dos adultos y tres menores de edad, entre ellos una niña de cuatro meses, murieron soterradas por un alud de tierra en una aldea del municipio de la Fraternidad, Ocotepeque, tras varias horas de fuertes lluvias, señaló el organismo de socorro.
El Cuerpo de Bomberos de Honduras señaló que una mujer de 60 años murió también soterrada en una aldea de Intibucá por un deslizamiento de tierra que destruyó su vivienda.
El ciclón ha ocasionado además daños en el sistema de suministro de energía, deslizamientos de tierra, caída de árboles y el desbordamiento de los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, entre otras fuentes.
Una de las zonas más golpeadas por las lluvias y las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón es el valle de Sula, en el caribeño departamento de Cortés, que se extiende hasta una parte de Yoro, ya afectado hace dos semanas por la depresión tropical Eta.
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Son muchos los afectados y aislados en Honduras por Iota, que el lunes llegó a Nicaragua convertido en huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y entró el martes a territorio hondureño por el sur del departamento de El Paraíso, en el oriente del país, cruzando los sureños departamentos de Choluteca y Valle, hasta entrar a El Salvador.
El organismo de protección civil anunció que un grupo de rescate acuático se ha desplazado a los sectores de Ciudad Planeta y la Rivera Hernández, en el norte, a evacuar familias que quedaron atrapadas en los techos de sus hogares y en otros puntos altos debido a las inundaciones.
Miles de personas afectadas
El desbordamiento de ríos y los deslizamientos de tierra y rocas han causado severos daños en Honduras, donde el organismo de protección civil ha señalado que las bandas nubosas y la circulación asociada al fenómeno continuarán dejando lluvias y chubascos intermitentes en la mayor parte del país.
“Estas bandas vienen con una carga fuerte de lluvias, están saturando los ríos y causan desbordamientos en los ríos”, dijo a varios periodistas el director de la Comisión Permanente de Continencias (Copeco), Max Gonzales.
En varias carreteras del país ha habido grandes derrumbes que han cortado el paso, mientras algunas comunidades han quedado incomunicadas porque las crecidas repentinas de algunos ríos destruyeron puentes parcial o totalmente o bloquearon la ruta de ingreso por la autopista.
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Varios derrumbes mantienen interrumpido también el paso entre los departamentos de Olancho y Colón, que comunican el oriente con el caribe del país, dijo a los periodistas el alcalde del municipio de San Francisco de la Paz, Humberto Zelaya.
El alcalde indicó que están a la espera de que cese la lluvia para comenzar a evaluar los daños, aunque señaló que hay varias familias incomunicadas y viviendas afectadas y dañadas.
En tanto, unas 10.000 personas han sido evacuadas y 61.228 se encuentran en albergues oficiales, después de que el fenómeno destruyó 2 viviendas, afectó 39 y anegó 7.078. En la capital hondureña, las lluvias no han sido intensas, pero las autoridades mantienen vigilancia en los puentes que comunican Tegucigalpa y Comayagüela por la crecida del río Choluteca.
Inundaciones dañan cultivos
Iota además ha vuelto a inundar el aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales, cuyas operaciones comerciales se reanudarán a mediados de diciembre, según las autoridades.
La semana anterior había sido habilitada una de sus dos pistas para recibir ayuda humanitaria para los damnificados de Eta, que dejó en Honduras al menos 70 muertos y causó daños graves a la infraestructura y los cultivos.
Las inundaciones asociadas a Iota han afectado más de 5.000 manzanas (más de 3.400 hectáreas) de cultivo de café, lo que supone una pérdida superior a los 90.000 quintales (sacos de 46 kilos) del grano aromático.
Según un informe del Instituto Hondureño del Café (Ihcafe), las altas precipitaciones afectarán los cultivos por «problemas nutricionales, defoliaciones y presencia de enfermedades». Los daños en infraestructura podrían contribuir a la pérdida de cultivos de café “si no se restauran de acuerdo con la priorización de las zonas por su etapa de recolección del grano”.
Las lluvias que ha dejado Iota también han arrastrado vehículos, animales y cultivos de granos básicos, hortalizas, frutas y ganado vacuno y porcino en Honduras, país que mantiene la alerta roja desde el paso de Eta y continuará en situación de emergencia por tiempo indefinido.
Las pérdidas por los daños causados por Eta e Iota podrían superar los 10.000 millones de dólares, según estimaciones del no gubernamental Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).