Agentes de la Guardia Civil practicaron el pasado jueves, 17 de junio, un sexto registro en el domicilio de Tomás Gimeno, principal sospechoso del asesinato de sus hijas Anna y Olivia, cuya casa se ubica en Igueste de Candelaria (Tenerife), en busca de sedantes o calmantes que pudiera haber administrado a sus hijas, sin que hallaran rastro de los mismos, según informaron fuentes cercanas al caso.
Este nuevo registro forma parte de las diligencias pendientes de la reconstrucción de las horas anteriores al momento en el que presuntamente Tomás Gimeno acabó en esta casa con la vida de sus hijas, una de las cuales, Olivia, la mayor, fue hallada sin vida en el fondo del mar 40 días después de los hechos. En este caso concreto para comprobar si las pudo haber intoxicado, un extremo pendiente de confirmar por los resultados definitivos de la autopsia realizada al cadáver de la niña. Según el informe preliminar, la causa de su fallecimiento fue un edema pulmonar agudo.
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La vivienda de Tomás Gimeno ha sido objeto de diversos registros, en varios de los cuales intervinieron dos perros adiestrados para la detección de restos biológicos, sin que hallaran pruebas concluyentes. Mientras tanto, prosigue la búsqueda en el mar de Anna y Tomás Gimeno por parte del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
En las últimas horas, esta embarcación ha centrado sus labores de rastreo en un área situada frente a Las Caletillas y Barranco Hondo, siguiendo el rastro que dejó el celular del padre hasta que perdió definitivamente la conexión ya en la madrugada del 28 de abril.
