Buenos Aires. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, que cumplió el viernes 2 de abril 62 años y ya había sido vacunado contra el COVID-19, confirmó que dio positivo en un test de antígenos, a la espera de recibir el resultado de la prueba del PCR.
«Quería contarles que al terminar el día de hoy, luego de presentar un registro de fiebre de 37.3 y un leve dolor de cabeza, me realice un test de antígeno cuyo resultado fue positivo», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter en la madrugada de este sábado.
Sobre estas situaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que aunque la vacuna, en una primera dosis, minimiza la gravedad de la enfermedad y ayuda al sistema inmunológico a combatir el virus, no evita que haya un nuevo contagio.
«Tras la primera dosis, existe una buena respuesta inmune que se activa aproximadamente dos semanas después de ser aplicada. Sin embargo, es realmente la segunda dosis la que luego aumenta esa respuesta inmune y la inmunidad ya adquirida se vuelve aún más fuerte después de su aplicación dentro de un período de tiempo más corto», señala la OMS en un artículo publicado en BBC.
La OMS también explica que si la persona vacunada en esas primeras semanas de haber recibido la dosis se expone nuevamente al virus es vulnerable de infectarse y de contagiar a otras personas, por ello sugieren continuar con las medidas de prevención.
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Las mismas fuentes precisaron que el presidente dio positivo en un «test rápido» pero queda a la espera de la confirmación total con el PCR, cuyo resultado se conocerá en «unas horas».
El último problema de salud de Fernández conocido públicamente se remonta a junio de 2019, cuando aún era precandidato a la presidencia para las elecciones de octubre de ese año: en ese momento se informó de que padecía una inflamación en la membrana que cubre la cavidad torácica y los pulmones.
El diagnóstico se produjo al hacerse diversos estudios tras sufrir tos persistente. Ya entonces, el propio político peronista declaró que hace «muchos años» tuvo un coágulo en el pulmón.
EFE
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