El gobierno francés prepara un dispositivo de medidas más estrictas en París y Marsella para intentar reducir los contagios por coronavirus ante el repunte de la epidemia; una de las medidas es limitar la apertura de establecimientos o instalaciones, según anuncios oficiales de este miércoles 12 de agosto.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, dijo en una entrevista al canal France 2 que en las próximas horas o en los próximos días las dos mayores ciudades del país pasarán a la calificación de «zona de circulación activa» del virus.
Eso dará competencia a los prefectos (delegados del Gobierno) para tomar medidas como reducir las horas de apertura de algunos lugares, explicó Véran, que se defendió de los reproches por no generalizar la obligatoriedad de la mascarilla en la calle.
Sobre ese punto, dijo que su gabinete deja que sean los prefectos y los alcaldes los que tomen las decisiones que se imponen allí donde tienen sentido.
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Insistió que no hace falta establecer una orden administrativa para usar mascarilla, la que debe utilizarse si se es población de riesgo, si se circula por un espacio muy transitado, si se está en un espacio cerrado con público o siempre que no se pueda guardar una distancia de un metro.
En cuanto a si Francia vive una segunda oleada epidémica, el ministro dijo no saber «si se puede hablar de ola», pero que algo ha cambiado con respecto a la situación que había en las fases críticas de marzo y abril, pues ahora los contagios no se traducen en un número tan elevado de hospitalizaciones.
En concreto, señaló que mientras en las últimas 24 horas se han declarado cerca de 2.500 positivos, únicamente han ingresado en los hospitales 17 personas por el coronavirus. En parte —precisó— eso se explica porque ahora se hacen más test (600.000 semanales) y también porque los positivos son mucho más jóvenes (entre 20 y 30 años de edad).
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