Ciudad del Vaticano.- El papa recordó al cardenal venezolano Urosa Savino, fallecido el jueves 23 de septiembre por complicaciones debidas al COVID-19, como un abnegado pastor que entregó su vida al servicio de Dios y a la Iglesia.
El papa envió al cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo un telegrama de condolencias por el fallecimiento de Urosa Savino en el que expresa su pesar y pide que se transmita «también a los familiares del difunto prelado y a cuantos forman parte de esa comunidad eclesial».
Recordando “a este abnegado pastor que, durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”, el Sumo Pontífice ofrece “sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita”.
El cardenal venezolano y arzobispo emérito de Caracas Jorge Urosa Savino falleció este jueves a los 79 años, informó la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), que no aclaró las causas de su fallecimiento, si bien se encontraba internado en un hospital por COVID-19.
Urosa Savino ingresó en una clínica de Caracas el pasado 27 de agosto, tras ser diagnosticado con COVID-19, y un día después recibió los santos sacramentos, antes de ser ingresado en terapia intensiva, según detalló la Arquidiócesis de Caracas el pasado 12 de septiembre.
Nacido en Caracas el 28 de agosto de 1942, recibió su ordenación sacerdotal en 1967. Urosa Savino se convirtió en el quinto venezolano en haber sido creado cardenal. Fue crítico de la gestión de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y, a finales de 2019, pidió la salida pacífica del mandatario actual, al mismo tiempo que exhortó a la oposición a unirse y presentar un plan de acción al país para superar la crisis económica y social.
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