Caracas.- El Gobierno de Panamá planea trabajar en una política estratégica, para enfrentar el tema migratorio que defienda los intereses nacionales sin odio ni discriminación contra los extranjeros, dijo este martes el vicepresidente del país, José Gabriel Carrizo.
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El vicepresidente panameño y ministro de la Presidencia, adelantó que dicha política migratoria se va a generar a través del Ministerio de Seguridad Pública, y que en su diseño deben participar todos los panameños.
Lo que se pretende, de acuerdo con Carrizo, es el establecimiento a largo plazo de una política estratégica migratoria que defienda los intereses nacionales así como la inversión extranjera, permitiendo «que la gente buena que ha enriquecido este país pueda entrar», pero «priorizando la defensa de los panameños y panameñas».
«Nosotros decidimos quién entra y quién sale, lo que buscamos son buenas inversiones, buenos capitales que vengan y que crean en nuestro país, pero también nosotros vamos a defender nuestros intereses nacionales, lo vamos a defender con respeto, sin violentar normas internacionales», remarcó.
Carrizo respondió así tras ser abordado por los periodistas que le preguntaron en relación al anteproyecto de ley presentado por la diputada oficialista y vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Zulay Rodríguez, que ha creado controversia por suponer un endurecimiento de la política migratoria.
El anteproyecto no ha sido prohijado por alguna comisión parlamentaria, el primer paso para que comience un período de consultas previo a su discusión en pleno legislativo.
El vicepresidente panameño dijo que «sin duda» no solo se va tomar en cuenta esa iniciativa de Rodríguez, sino además «la de panameños y panameñas que también están interesados en que el problema migratorio se resuelva».
Aseguró que la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Kamel Gozaine, y el Ministro de Seguridad, Rolando Mirones, van a trabajar en dicha política, «de cara a la ciudadanía para avanzar en esa dirección».
Carrizo insistió en que se enfrentará este asunto como una política de Estado que «debemos impulsar, sin provocaciones de rechazo, de odio, sin discriminar, entendiendo que todos los países, la mayoría de los países civilizados tienen política migratoria para controlar quién se queda y quién se va».
La diputada Rodríguez, quien perdió en unas internas la nominación presidencial de su Partido Revolucionario Democrático (PRD) frente a Laurentino Cortizo, quien asumió el poder el pasado 1 de julio para el período 2019-2024, presentó varias veces sin éxito durante el gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019) la iniciativa para reformar la política migratoria.
Antes como ahora su discurso ha estado cargado de expresiones de descalificación hacia los migrantes, lo que ciertos sectores han tildado de xenófobo mientras que otros lo han aplaudido y apoyado.
Algunas otras críticas apuntan a que el tema migratorio está siendo utilizado por un grupo de diputados reelegidos para evadir la discusión parlamentaria de otras iniciativas, como una presentada por la novel bancada de legisladores independientes que busca cambios la forma en que funciona la Asamblea Nacional.
La crisis por la que atraviesa Venezuela llevó en años recientes a que miles de sus ciudadanos vinieron a Panamá, aunque muchos han salido del país centroamericano, que impuso el requisito de visa estampada a los venezolanos a fin de desalentar su llegada.
Además, Panamá es puente de decenas de miles de migrantes caribeños y extracontinentales que ingresan por la provincia de Darién, fronteriza con Colombia, para seguir camino hacia Estados Unidos.
Las autoridades de seguridad de Panamá han implementado un programa de flujo migratorio controlado para garantizar el tratamiento humanitario de estos migrantes, y mantiene un programa bilateral con Costa Rica para darles paso a que sigan su camino.
Información de EFE
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