Sidney.– Nueva Zelanda le ganó la «batalla» a la pandemia de la COVID-19 al registrar mínimas infecciones diarias, dijo este lunes, 27 de abril, la primera ministra, Jacinda Ardern, a pocas horas de dar los primeros pasos hacia el desconfinamiento.
«No hay grandes contagios locales en Nueva Zelanda. Hemos ganado la batalla», aseguró Ardern a periodistas en Wellington, al mostrarse optimista de que continuará en el camino del éxito para lograr cero infecciones.
Aseguró que para lograrlo se deben rastrear a los últimos casos. «Es como buscar una aguja en el pajar», alertó la mandataria al precisar que el 11 de mayo se evaluará si se rebajan aún más las restricciones.
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Nueva Zelanda, país que ha sido alabado internacionalmente por su manejo de la pandemia y uno de los pocos del planeta que pretende erradicarla completamente, ha registrado desde el domingo 26 de abril un nuevo caso de la COVID-19 en su territorio insular ocupado por cinco millones de habitantes.
Actualmente tiene 1.122 casos confirmados del nuevo coronavirus, cifra que incluye a 19 fallecidos, mientras que su tasa de transmisión se sitúa por debajo de 0,4%, frente a la media internacional que es de 2,5 %.
A partir de las 11:59 de este lunes, el Gobierno de Nueva Zelanda rebajará el nivel de alerta 4, que estuvo vigente durante cuatro semanas y que implicó el cierre de todas las actividades y la cuarentena de la población, al nivel 3. Por ello, la mandataria pidió a sus compatriotas conservar las medidas de distanciamiento social durante la reanudación parcial de ciertas actividades comerciales y las clases escolares, ya que suponen un mayor contacto entre los pobladores.
Se prevé que un millón de trabajadores retornen a sus centros de trabajo siempre y cuando tengan un plan de control contra la pandemia y se respete las medidas de distanciamiento físico entre las personas.
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«Estamos abriendo la economía, pero no estamos retomando la vida social de las personas», alertó la primera ministra al instar a los pobladores a permanecer dentro de sus «burbujas» y reducir los contactos con terceros.
La laborista Arden, reconocida mundialmente por su empatía con las víctimas ante tragedias como la matanza supremacista de Christchurch y la erupción del volcán White Island, no descartó la posibilidad de reanudar en unas semanas los vuelos entre su país y Australia y otros destinos del Pacífico.
Dentro de dos semanas, que es el tiempo que demora la incubación del virus, el Gabinete neozelandés volverá a reunirse para determinar si se puede rebajar aún más las medidas restrictivas.
EFE
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