| Foto ElMundo EFE
El ministro de Transporte español, José Luis Ábalos, afirmó este sábado 25 de enero que llegó para quedarse y que no habrá presiones políticas que lo saquen de su cargo. La declaración la dio a conocer en el marco de la polémica suscitada en su país, a propósito de una reunión sostenida en el aeropuerto de Barajas con la Vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, la noche del pasado 19 de enero.
«Yo vine para quedarme y no me echa nadie», dijo el alto funcionario y secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (Psoe). Ábalos aseguró que la controversia es molesta pero de poco impacto, porque, afirma, viene «de muy lejos». Se refirió a sus adversarios como «otros que están de paso».
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«Yo estoy en esto desde el año 76, no estoy en una aventura», recordó el ministro de Transporte, que considera que si no fuese secretario de Organización del Psoe, su encuentro «no tendría tanto interés».
«Más allá de mis habilidades o torpezas, de mis méritos o deméritos lo que tratan de atacar son unas siglas de 140 años de honradez», indicó al diario español El Mundo.
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Poco después de manifestarse de esta manera, recibió el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien también insistió en la idea de que la polémica en torno al encuentro entre Ábalos y la número dos de Maduro es un producto «exclusivamente aventado por la derecha».
Según El Mundo, Sánchez se ha abonado a la última versión de la insólita cita, según la cual el ministro de Transporte acudió al aeropuerto de madrugada para evitar que Delcy Rodríguez ingresara en territorio español. Con esa reunión se habría evitado un conflicto diplomático.
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Ábalos no hizo referencia a las numerosas explicaciones de diferente cariz que ofreció desde que se supo de la reunión con Rodríguez, lo que ha servido para nutrir la polémica. Las dudas se dispararon cuando, en este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió no recibir al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
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