Caracas.- El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobó este jueves una resolución que exige a los Gobiernos de todo el mundo, más medidas para cortar las vías de financiación de grupos terroristas.
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Por unanimidad, los 15 miembros del Consejo adoptaron un texto impulsado por Francia, que refuerza las normas internacionales ya existentes en este ámbito.
La resolución establece que todos los países tienen que disponer de leyes nacionales, que castiguen con severidad a quienes financien a organizaciones terroristas o recolecten fondos para ellas.
Además, llama los Gobiernos a mejorar su supervisión de los flujos financieros, a investigar y perseguir de manera más eficaz los pagos a grupos terroristas y a seguir recomendaciones internacionales para frenar las transferencias.
La ONU refuerza con esta resolución otras decisiones anteriores en este ámbito, que se han ido aprobando durante los últimos años, sobre todo en respuesta a las acciones de grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI).
El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, insistió este jueves en la necesidad de esa modernización, dado que los terroristas han demostrado ser capaces de adaptarse.
«Hoy, expulsados de sus territorios, han aprendido a usar los nuevos espacios financieros virtuales, donde explotan las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías», destacó Le Drian, en referencia a organizaciones como el EI.
El ministro francés, que presidió la sesión del Consejo de Seguridad, aseguró que la resolución supone «un acto político contundente», pero es únicamente un principio y la clave estará en su implementación.
Para el jefe de la oficina antiterrorista de la ONU, Vladímir Voronkov, la decisión llega en «un momento clave», después de que varios ataques recientes, hayan demostrado que hay «flujos financieros que siguen llegando a los grupos terroristas tanto de fuentes ilegales como legales».
«Un esfuerzo concertado para redoblar la atención del mundo en detener la financiación del terrorismo es por tanto vital», insistió Voronkov.
La negociación de la resolución se prolongó casi hasta el último momento, después de que una primera propuesta disparase la preocupación entre organizaciones humanitarias, que consideraban que el lenguaje incluido podía restringir sus actividades en zonas de conflicto.
Grupos como el Comité Internacional de la Cruz Roja, que en ocasiones tienen que llevar ayuda a población que vive en zonas bajo control de grupos terroristas, temían que un llamamiento generalizado a criminalizar cualquier cooperación con esas organizaciones les impidiese hacer su trabajo.
Finalmente, en el texto se incluyeron referencias a las normas humanitarias internacionales para despejar esas preocupaciones.
Información de EFE
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