Ginebra.- La Federación Internacional de la Cruz Roja (Ficr) celebró este miércoles, 18 de noviembre, la declaración del fin del brote de ébola en la República Democrática del Congo, pero advirtió que todavía quedan muchos desafíos humanitarios en esa región.
«Acabar con el ébola es un gran logro, pero ahora nos enfrentamos a nuestro próximo reto: mantenerlo así», subrayó el secretario general de Cruz Roja en la República Democrática del Congo (RDC), Jacques Katshishi, tras declararse que ese país está por fin libre de esa enfermedad tras dos años y medio.
«Nuestros equipos siguen luchando contra el COVID-19 en un contexto humanitario y de seguridad complejo, lo que hace que la ayuda internacional sea vital para asegurar que estas comunidades no pierdan lo ganado», continuó Katshishi.
La Cruz Roja ha puesto en marcha equipos de voluntarios locales que ayudan a trasladar a los casos positivos de COVID-19 a los centros de salud de manera segura, y está realizando una labor informativa por diferentes canales adaptando el mensaje del ébola al contexto de la pandemia.
Los equipos de la Cruz Roja han realizado tres respuestas humanitarias consecutivas en la República Democrática del Congo desde 2018, durante los tres últimos brotes de ébola, en los que pudieron ofrecer 12.700 entierros dignos y seguros, además de alcanzar a casi 4,9 millones de personas con información útil.
El director regional para África de Ficr, Mohammed Omer Mukhier, quiso reconocer el «coraje y la dedicación del personal de respuesta en primera línea» que ha trabajado en un contexto de incertidumbre creado por el COVID-19 y aun así ha conseguido acabar con el brote de ébola.
La epidemia del ébola, que afectó a la provincia de Ecuador y es la undécima que sufre la RDC, causó 130 casos (119 confirmados y 11 probables), 55 muertes y 75 contagios que se curaron, informó la oficina regional para África de la OMS en un comunicado.