Barranquilla.- Una réplica de la Chinita inició un recorrido hace un año por las diferentes parroquias de la ciudad de Barranquilla para bendecir y orar por todos los migrantes venezolanos y por los ciudadanos colombianos que los acogen.
En la casa de Karla Reyes, ubicada en el barrio Lipaya La Esperanza, la imagen de la Patrona de Colombia y del Zulia en Venezuela fue recibida por un grupo de marabinos, quienes recordaron con gaitas y comida criolla el sabor de la celebración de una de las manifestaciones religiosas más importantes que tiene el país.
“Es una bendición tener a nuestra Reina Morena para que nos siga brindando su luz; soy chiquinquireña y esta es una bella oportunidad, para los que estamos lejos, de reforzar nuestros valores y creencias”, dijo con nostalgia Naila Padrón.
Naila es zuliana y llegó a Barranquilla con su esposo y dos hijas. “Estamos agradecidos por esta mágica visita, que nos nutre a todos los que cruzamos la frontera. Este evento nos obliga a seguir transmitiendo la herencia de nuestras auténticas raíces y costumbres a nuestros hijos”, expresó con orgullo la zuliana, mientras cargaba en sus brazos a su pequeña hija Mía.
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El padre Andrés González, párroco de la parroquia Cristo Rey, organizó un Concierto de Pascua para honrar a la Santísima Virgen María. El encuentro también sirvió para pedir por todas las familias migrantes venezolanas y colombianas que están en situación vulnerable y requieren de atención.
En el evento, La Chinita estuvo acompañando a los feligreses, quienes unidos en la fe ondeaban la bandera tricolor y cantaban llenos de gozo por la paz de los dos países.
“Los venezolanos no salieron del país porque quisieron; tenemos muchas familias a las que les tocó venirse con sus maletas, pero también con su cultura, gastronomía, música… Eso lo aprendimos, con todo lo que hace parte de ellos, que han traído para enriquecernos”, resaltó con vehemencia el padre y agregó que “tenerlos aquí es una riqueza como persona y, como dijo el Señor, fui forastero, dichoso con los que me acogieron”.
La autoridad parroquial reconoció que llegó gente que “vinieron a hacer el mal, pero no es por necesidad sino por la ausencia Dios y de valores”.
Desde hace un año, la “Tablita” con la imagen de la Virgen de Chiquinquirá llegó, procedente de Maracaibo, a la capital del Departamento del Atlántico con la finalidad de promover y resaltar la fe, cultura y tradiciones zulianas y venezolanas.
“Ya iniciamos una programación para celebrar la Segunda Festividad en honor a la Chinita en Barranquilla, para seguir promoviendo nuestra fe, creencias, tradiciones y sobre todo elevar la interculturalidad entre Venezuela y Colombia. Para ello, estaremos organizando una serie de actividades, no solo religiosas, sino que estimulen el empoderamiento y emprendimiento del migrante”, resaltó la comunicadora Darcy Fernández, una de las emprendedoras venezolanas que ideó esta iniciativa.
La migración de zulianos se ha multiplicado en los últimos cinco años, lo que ha generado que en varias ciudades del mundo se hayan agrupado para hacer la celebración y honrar a la Chinita.
Fernández destacó que “no importa la nacionalidad, ni el espacio, solo importa que somos hijos de Dios y nuestro objetivo es reafirmar y demostrar lo mejor que trajimos de nuestro país, y eso es nuestra esencia”.
A través de redes sociales se invita a los migrantes a participar en estas actividades.
“Estamos agradecidos con el padre Andrés y con toda la comunidad por brindarnos este espacio lleno de energía, y le retribuimos nuestras palmadas, abrazos, oraciones y bendiciones a esta tierra de Colombia que nos abrió su Puerta de Oro”, puntualizó.
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