Caracas.- El regreso de Bolivia al seno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba-TCP) marcó este lunes la celebración de los 16 años de creación del bloque bolivariano, con una cumbre virtual en la que los mandatarios de los países miembros abordaron estrategias frente a la pandemia del coronavirus, como un plan de vacunación masiva.
La Alba celebró por videoconferencia su XVIII reunión de alto nivel, en la que participaron los mandatarios de Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, entre otros, para apostar por el fortalecimiento de este mecanismo de integración
Durante el encuentro, Nicolás Maduro apeló a la integración regional para «transitar el siglo XXI con poder y fuerza».
«Nadie por su cuenta va a lograr el desarrollo real de su país; solo unidos, solo juntos podemos nosotros transitar el siglo XXI con poder, con fuerza, con una opción de felicidad y desarrollo verdadero», subrayó Maduro, país co-fundador del bloque junto a Cuba.
Maduro resaltó lo necesario de lograr en «América Latina y el Caribe un ciclo nuevo de acercamiento, encuentro, reunión de los líderes» y jefes de Gobierno de los países, pero «integrados, trabajando juntos».
Consideró que la recuperación económica es uno de los grandes retos del continente, ante lo cual propuso retomar el Consejo Económico, la reactivación del Sucre, la activación de las criptomonedas y el fortalecimiento del Banco de la Alba.
También abogó por la expansión productiva de PetroCaribe, una alianza en materia petrolera, que según dijo no se logró reactivar el año pasado.
La Alba-TCP debe convertirse en el gran movimiento integral del continente que garantice el desarrollo económico y logre atender las necesidades de los pueblos, en medio del azote de la pandemia del COVID-19, según Maduro.
La declaración final de la cumbre señaló la pertinencia del bloque integracionista, basado en «el diálogo, cooperación, solidaridad y complementariedad».
Con respecto al impacto de la pandemia, el organismo regional abogó por una respuesta «coordinada, solidaria y mancomunada» que garantice la recuperación inclusiva de las economías, en favor del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
Maduro propuso que Cuba y su país gestionen un banco de vacunas contra el coronavirus que atienda las necesidades de todos los miembros del grupo, algo que respaldó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aunque precisó que su gobierno debe estudiar su capacidad de producción para establecer un plan de suministro del fármaco.
El gobernante cubano se había referido en el curso de su intervención en la cita a los resultados favorables del uso de medicamentos biotecnológicos innovadores —elaborados en la isla— en el tratamiento del COVID, y expuso la disposición de su país a ampliar la cooperación en materia de salud con la Alba.
Además, apuntó que los científicos de la isla desarrollan de manera acelerada cuatro candidatas a vacuna contra el COVID-19 que podrían estar disponibles el próximo año.
Díaz-Canel instó a los países miembros del bloque regional a coordinar «ideas y acciones» para fortalecer «la cooperación, la solidaridad, la unidad, la integración y la defensa de la paz en la región», pero también a avanzar en su plan pos-pandemia y en la agenda económica, comercial y financiera del mecanismo.
Además de felicitar al Gobierno de Venezuela por los resultados en las recientes elecciones legislativas y ratificarle el respaldo y solidaridad de Cuba, el mandatario isleño aprovechó para reafirmar su «amistad y compromiso incondicionales» con Nicaragua y celebró la reincorporación de Bolivia a la Alba tras el regreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) al poder en la nación andina.
En su intervención telemática, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea (UE), a cuyos Gobiernos acusó de «fascistas» y de ir «hacia la ruta de (Adolf) Hitler».
«Europa camina hacia la ruta de Hitler, y vemos cómo en Alemania reivindican abiertamente agrupaciones políticas el fascismo, y así se repite en todos los países europeos», sostuvo Ortega, quien opinó que la UE sigue las políticas de Estados Unidos.
Por su parte, al estrenar su retorno a la Alba, el presidente boliviano, Luis Arce, advirtió sobre el «asedio reaccionario» conservador y la «imperiosa necesidad» de «fortalecer y profundizar» al bloque.
«Volvimos a la Alba y ahora reafirmamos nuestro compromiso con sus principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, respeto mutuo a la vida de nuestros países, justicia, equidad, respeto a la diversidad cultural», recalcó Arce.
Bolivia abandonó el bloque bolivariano en noviembre de 2019 tras la asunción del Gobierno interino liderado por Jeanine Áñez tras la renuncia forzosa de Evo Morales, quien dejó el país poco después.
El mandatario boliviano rememoró su victoria electoral el pasado 18 de octubre, un triunfo que «puso final a la aventura golpista, neoliberal y fascista», opinó.
La Alba reúne, junto a Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, a Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada, San Cristóbal y Nieves.
Este lunes la organización analizó la coyuntura política regional y los retos que impone la recuperación económica tras la crisis sanitaria, además de celebrar, como cada año en estas fechas, el aniversario de su creación mediante un acuerdo suscrito en La Habana entre los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez, ya fallecidos.
Esta web usa cookies.