El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, condenó este martes 30 de junio la expulsión de la embajadora de la Unión Europea (UE) en Venezuela, decretada por el gobernante Nicolás Maduro, y adelantó que tomarán medidas de «reciprocidad».
«Condenamos y rechazamos la expulsión de nuestra embajadora en Caracas. Tomaremos las medidas necesarias habituales de reciprocidad», tuiteó Borrell, un día después de que Maduro diera 72 horas para que Isabel Brilhante Pedrosa dejara el país.
El Gobierno venezolano respondió así a nuevas sanciones europeas contra 11 venezolanos, entre ellos el diputado Luis Parra y varios funcionarios del Tribunal Supremo Electoral, por acciones contra la oposición.
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Con la decisión, la UE eleva a 36 el número de venezolanos a los que prohíbe viajar al bloque y congela sus activos por socavar la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en este país sumido en plena crisis política.
Mantener el diálogo
Entre los sancionados figuran personas cercanas a Nicolás Maduro, entre ellas su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, pero, pese a la presión de Estados Unidos y de la oposición, los europeos rechazan sancionar al gobernante de Venezuela, para mantener el diálogo.
«Solo una solución negociada entre venezolanos permitirá al país de salir de su profunda crisis», agregó el jefe de la diplomacia de la UE, que, junto a países europeos y latinoamericanos, lleva a cabo esfuerzos para atender este fin.
Venezuela se convirtió en 2017 en el primer país latinoamericano sancionado por la UE, que impuso también un embargo de armas. En paralelo, el bloque busca aliviar la crisis humanitaria en el país y la crisis de refugiados en la región.