Washington.- El jueves 25 de febrero se conoció que el exentrenador del equipo femenino de gimnasia olímpico de EE.UU. John Geddert, de 63 años de edad, fue imputado con 24 cargos, que incluían agresión sexual y tráfico de personas, relacionados con su trabajo con deportistas.
Horas después de la imputación fue hallado muerto: el jefe del Equipo Olímpico de Gimnasia de los Estados Unidos en Londres 2012 se había suicidado. «Este es un final a una historia trágica para todo el mundo involucrado», dijo la fiscal general del estado de Michigan, Dana Nessel.
Estaba previsto que Geddert, socio durante mucho tiempo de Larry Nassar, compareciera el jueves ante un tribunal tras haber sido acusado formalmente por la fiscal de al menos una agresión sexual e incidentes múltiples de abusos físicos contra docenas de sus jóvenes atletas.
De acuerdo con una nota de ABC, el entrenador se había visto forzado a dejar su actividad tras el escándalo de Nasser, que le salpicó por completo. Pues aunque nunca había sido condenado, su silencio acerca de los delitos del médico, quien cumple condena, le señalaban con el dedo.
Algunas madres de las supervivientes víctimas de abusos reconocen que la dureza de Geddert y la amabilidad que mostraba siempre Nasser fueron un «cóctel explosivo». La gimnasta Aly Raisman, una de las campeonas olímpicas en los Juegos de Londres 2012, exigió una investigación independiente que evite sufrimientos a otros menores.
EE. UU. | Exentrenador de gimnasia se suicida tras ser acusado de agresión sexual
En noviembre de 2017, Raisman reveló que había sido víctima de abusos sexuales por parte de Nassar. «¿Por qué todavía no hay una investigación independiente? ¿Cuántos niños más tienen que sufrir?», se pregunta la joven de 26 años, que fue la primera que denunció los abusos.
Gabby Douglas, oro individual en Londres 2012, McKayla Maroney, plata en salto, y Simone Biles, ganadora de cuatro medallas en los Juegos de Río 2016, también fueron víctimas y han reclamado en varias ocasiones una investigación sobre la federación y el comité olímpico estadounidense.
La fiscal general explicó que John Geddert utilizaba su reputación en el equipo olímpico prometiendo a los padres que haría que sus gimnastas se convirtieran en deportistas de primera, lo que les permitiría obtener becas en universidades, para luego someterlas a un ambiente de abusos continuados.
ABC detalla en su portal que la exigencia física que se vivía en el gimnasio ‘Twistars USA Gymnastics’, donde trabajó Geddert, era tan grande que lo normal era ver a las gimnastas lesionadas, a pesar de lo cual eran obligadas a seguir entrenando y a someterse a los tratamientos de Nasser.
USA Gymnastics dijo en un comunicado que las noticias sobre los cargos contra Geddert conducirían a la justicia a través del proceso legal. «Con la noticia de su muerte por suicidio, compartimos los sentimientos de conmoción y nuestros pensamientos están con la comunidad de gimnasia».
Con información de ABC y EFE.
