El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, renovaron este jueves, 10 de junio, la alianza especial entre sus dos países para actualizarla frente a los retos del siglo XXI, en un mundo pospandemia.
Johnson ha sido el primer líder con el que se ha reunido Biden en su primera gira internacional desde que llegó a la Casa Blanca y que lo ha traído a Europa, pues el encuentro se dio en Carbis Bay (Cornualles, suroeste del Reino Unido) durante unos 90 minutos, en los que hablaron de la lucha contra la pandemia y la recuperación económica, los esfuerzos frente al cambio climático, la colaboración científica y tecnológica, entre otros.
Ambos firmaron una nueva Carta del Atlántico adaptada a los retos de este siglo y que sustituye a la que suscribieron en 1941, en plena II Guerra Mundial, sus antecesores Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill. Este documento sirvió en aquel entonces para marcar los objetivos de EE. UU. y del Reino Unido después del conflicto y fue base para la creación más tarde de la OTAN.
Una de las metas de Joe Biden de este viaje es reforzar su apuesta por el multilateralismo y transmitir a los aliados occidentales que pueden fiarse de EE. UU., tras el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021).
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La nueva Carta del Atlántico desgrana a lo largo de ocho puntos, las metas que se han puesto EE. UU. y el Reino Unido para el futuro. «Nos comprometemos a trabajar de cerca con todos los socios que comparten nuestros valores democráticos y para contrarrestar los esfuerzos de aquellos que buscan socavar nuestras alianzas e instituciones», reza el texto.
Ambos países abogan por una defensa de los valores, principios e instituciones de las democracias a través de la transparencia, el imperio de la ley, y el apoyo a la sociedad civil y a los medios de comunicación independientes. En otro de los puntos hacen hincapié en la unidad respecto a los principios de soberanía, integridad territorial y la resolución pacífica de disputas.
Por otro lado, el texto se hace eco del «efecto catastrófico de las crisis sanitarias», como la pandemia de COVID-19, y remarca la necesidad de fortalecer las «defensas colectivas» frente a este tipo de amenazas.
Biden participará mañana, viernes 11 de junio, en la cumbre del G7, que se celebrará hasta el domingo, y luego se trasladará a Bruselas para asistir a una reunión de los líderes de los países miembros de la OTAN, el 14 de junio, y otra con los dirigentes de la Unión Europea (UE) el día siguiente.
Luego viajará a Suiza para mantener su primer encuentro cara a cara, el 16 de junio, con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
