Madrid.- Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, alertó este domingo que lo que pasa en Venezuela le puede pasar a España, porque el Gobierno de Pedro Sánchez es, a su juicio, preso de los herederos del chavismo.
«Muchos venezolanos nos dicen ya perdimos un país, no queremos perder otro», afirmó Díaz Ayuso, que criticó en declaraciones a los periodistas que Sánchez no recibiese al presidente encargado Juan Guaidó.
La jefa del Ejecutivo madrileño argumentó que la marcha que arropó a Guaidó en las calles de la capital no es solo por Venezuela, sino «por todos nosotros, pues cuando se empieza a menospreciar a las instituciones, a dar de lado a la justicia, a la oposición, a los medios y se empieza a atacar a la iniciativa privada (..) el camino de España es parecido al de Venezuela».
Tras participar en una carrera popular llamó a la unión de quienes están en el eje de la democracia y de la libertad contra los «totalitarismos» y los «populismos». Explica que «el mal llamado socialismo del siglo XXI, lo mismo que ha empobrecido a todo el continente y que ha provocado en América un éxodo sin precedentes, nos va a ocurrir a nosotros».
Díaz Ayuso reiteró que Pedro Sánchez debió haber recibido a Guaidó. Aseguró que «no puede esconderse tras una pajarita», en alusión a su asistencia a la gala de los premios Goya en Málaga, para decir que no podía. «El Falcón tiene tiempo para llegar a todas partes».
«Todo el mundo sabe en Venezuela que Pablo Iglesias y que todos los fundadores de Podemos estaban con el chavismo y ahora con Maduro, esos son los socios que tiene hoy el presidente», agregó Díaz Ayuso.
Además, la presidenta madrileña señaló que el encuentro criticado encuentro en Barajas entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la número dos de Nicolás Maduro, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, es un «aviso a navegantes» que muestra que cada vez que el Ejecutivo «mienta» le echarán la culpa a otros.
Guaidó cerró este sábado en España su gira por varios países europeos y fue recibido tanto por la ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya como por PP, Cs y Vox, además de ser distinguido en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y obtener el respaldo de sus compatriotas en una concentración de 5.500 personas en Sol.