La jornada de protestas en Chile dejó una bipolaridad entre marchas pacíficas y disturbios, que fueron dispersados con gases lacrimógenos y balines de goma, dos caras que comienzan a convertirse en la rutina de las manifestaciones que se dan en el país contra la desigualdad social.
Mientras en la Plaza Italia miles de personas protestaban en ambiente festivo con banderas y proclamas en contra del Gobierno por la desigualdad, unos cientos de metros más allá encapuchados se enfrentaban a las Fuerzas Especiales de Carabineros (Policía militarizada) entre pedradas de un lado y bombas lacrimógenas y balines de goma del otro el martes 29 de octubre.
El alza en el precio del pasaje del metro de Santiago desató una oleada de protestas que derivó en demandas sociales más amplias para reducir la desigualdad en el país austral.
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