Ciudad de México.- Luego de arribar a México, acogido por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en condición de asilado, Evo Morales manifestó estar dispuesto a regresar a Bolivia, pese a haber renunciado a la Presidencia, con el objetivo de intentar «pacificar» el país del altiplano.
Morales, quien rechazó la proclamación de Jeanine Áñez como mandataria interina boliviana, dijo en una entrevista al diario El País, de España, que su dimisión se produjo para evitar que continuara la violencia en medio de la crisis política por las denuncias de fraude durante las elecciones del pasado 20 de octubre. «He renunciado y sigue la violencia», remarcó el político izquierdista.
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Aseguró que sobre su gobierno se tejió un «golpe de Estado» que, según él, «empezó el 21 de octubre, después de las elecciones, con la falsa acusación de que había fraude. Ahora me doy cuenta de que la denuncia es el verdadero fraude».
Morales señaló que otra prueba del supuesto golpe en su contra fue la sugerencia de renuncia realizada por el Alto Mando Militar boliviano. «Evidentemente, me siento traicionado», agregó. A su juicio, hoy en día «no hay autoridad» legítima en Bolivia, aunque considera que el control del país ha recaído sobre las cúpulas militar y policial.
Asimismo, hizo un llamado a que se inicie un diálogo nacional entre la sociedad civil y las principales fuerzas políticas del Congreso boliviano, en el cual, reiteró, estaría dispuesto a participar.
«Si Álvaro [García Linera, exvicepresidente] y yo hemos renunciado es para pacificar, para que no sigan con violencia», remató.
Lea la entrevista completa de El País aquí.