Teherán.- Las autoridades iraníes ordenaron el cierre de las universidades en Teherán debido a los altos niveles de contaminación, que han llevado también a cancelar las clases en las escuelas por segundo día consecutivo.
La Compañía de Control de Calidad del Aire, dependiente del Ayuntamiento de Teherán, informó este lunes, 16 de diciembre, que el índice de contaminación se ha situado en 157 en las últimas 24 horas, un nivel dañino para toda la población.
Desde el comienzo de esta jornada los niveles han mejorado un poco hasta bajar a 149, pero se han mantenido las medidas de cierre de escuelas y universidades en la capital iraní, una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Cualquier nivel superior a 100 implica algún riesgo para la salud. Entre 100 y 150 está determinado como un índice no saludable para los grupos sensibles, como niños, mayores y enfermos, y a partir de 150 se clasifica perjudicial para todos los grupos.
Las autoridades también han optado por limitar el tráfico con el objetivo de prevenir el empeoramiento de la situación ambiental. Según esta limitación, solo se permite la circulación en días pares o impares, dependiendo del número de matrícula de los vehículos, mientras que los camiones tienen prohibido moverse en la provincia.
habitantes de la marina en sucre denuncian contaminación de playa
Además, se han suspendido actividades y eventos deportivos al aire libre y se ha recomendado a los niños, mayores y enfermos no salir a la calle. La inversión térmica, la situación topográfica y los millones de vehículos que inundan las calles de la capital iraní dificultan el cese del problema.
El mes pasado, el Gobierno iraní aumentó entre un 50 y un 300% el precio de la gasolina, pero esto no parece haber disminuido sustancialmente los desplazamiento en coche debido, entre otros motivos, a la falta de un sistema de transporte público adecuado.
Este incremento del precio de la gasolina generó a mediados de noviembre graves protestas y disturbios, que fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad y que causaron, según Amnistía Internacional, más de 200 muertos.