Este domingo 21 de junio, el solsticio de verano (en el hemisferio norte) coincidió con un fenómeno de gran belleza: un eclipse anular de Sol con su característico anillo de fuego, que se vio en África central y partes de Asia, pero no en América y solo de forma muy parcial en el sudeste de Europa.
Los eclipses anulares se producen cuando la Luna llena se coloca justo delante del Sol sin taparlo por completo, lo que crea una especie de aureola brillante o anillo de fuego alrededor del satélite.
Sin embargo, en la mayoría de los lugares y durante la mayor parte de su duración, un eclipse anular parece un eclipse solar parcial.
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El recorrido de este eclipse de anillo de fuego fue largo, pues abarcó una sombra en 14 países de dos continentes, pero también fue estrecho. En su punto más ancho, en África Occidental, solo se observó en una franja de 85 kilómetros de ancho y la anularidad duraría entre un minuto y 20 segundos, señaló la web timeanddate.
El fenómeno fue una ocasión especial, pues coincide con el solsticio de verano, algo que en este siglo solo sucederá este año y el 21 de junio de 2039, cuando podrá verse con mayor nitidez en Alaska (EE. UU.), zonas del norte de Canadá, de Groenlandia y de los países nórdicos.
