Managua.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió que la salida del poder del hasta hace poco aliado y homólogo boliviano, Evo Morales, abre el camino para que las «fuerzas revolucionarias» aspiren nuevamente a tomar el poder por la vía armada.
El mandatario dijo en un discurso durante la clausura de la VIII reunión extraordinaria del Consejo Político de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), que se celebró en Managua, que el «golpe de Estado» dado a Morales trae de nuevo esa antigua discusión de si optar al poder por la vía electoral o la lucha armada.
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«Que se fijen bien lo que están haciendo los imperialistas de la tierra en Bolivia», indicó Ortega, en alusión a Estados Unidos, a los que corresponsabilizó de la salida del poder de Morales.
«La señal que le están dando a América Latina (…), porque hemos apostado a la vía electoral, pero creo que lo de Bolivia es una prueba de fuego para que se pueda sostener la mínima confianza en la vía electoral, de lo contrario los pueblos se sentirán con todo el derecho, la obligación, de tomar las armas para buscar el poder por la vía revolucionaria», señaló.
«Que lo piensen bien los que están jugando con fuego, porque están jugando con fuego. Esto que está pasando en Bolivia es algo increíblemente tenebroso y desgraciadamente cierto», anotó.
Según el líder sandinista, lo ocurrido en Bolivia es «una jugarreta del organismo que fue creado para poner en práctica la Doctrina Monroe», en referencia a la Organización de Estados Americanos (OEA), que según Ortega responde a los intereses de Washington.
Sostuvo que la renuncia forzada de Morales fue «una trampa bien montada».
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«Eso no es nada improvisado. No tiene nada que ver con el pueblo ni salió de forma espontánea. Todo eso estaba planeado, financiado, organizado y dirigido por los que están siempre dirigiendo desde los Estados Unidos», denunció.
Dijo que Morales no tuvo otra opción que renunciar porque «el golpe militar fue una amenaza de muerte» y que incluso pretendían asesinarlo en Bolivia para tratar de desmoralizar y desmovilizar al pueblo boliviano.
«Toda esta maniobra se montó simplemente para aplastar, anular, borrar una victoria electoral que había alcanzado Evo Morales. Él ganó esa elección y se la robaron», prosiguió.
Ortega también señaló al alto mando militar de Bolivia de estar «totalmente entregado y vendido al imperio», y que fueron ellos los que ejecutaron el «golpe de Estado» a Morales.
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