Caracas.- Las voces que reclaman un diálogo para poner fin a la violencia en Colombia ganan relevancia mientras continúan las protestas contra el Gobierno de Iván Duque, que comenzaron hace una semana para pedir el fin de la reforma tributaria, pero que son el reflejo del malestar de una gran parte de la sociedad colombiana.
Mientras las manifestaciones siguen por décimo día consecutivo en un país que vive con profunda tristeza y malestar la situación social, Duque, que el miércoles hizo hincapié en que los desmanes se deben a «manos criminales» con lazos con el narcotráfico, este jueves pidió «escucharnos como sociedad y encontrar soluciones», aunque sigue sin tender la mano a las organizaciones de las protestas.
La Misión de Apoyo al Proceso de Paz (Mapp/OEA) consideró este jueves en un comunicado que «estos diálogos son necesarios y urgentes», pues «la actual coyuntura demanda el gesto genuino de todos los actores para conversar sobre los temas que más preocupan a la sociedad colombiana».
Muestra del desasosiego social
Las protestas, que comenzaron el pasado 28 de noviembre con el paro (huelga) nacional contra la ya retirada reforma tributaria, ahora continúan por mucho más: contra un intento de reformar la salud, que puede llevar a más privatizaciones; contra la brutalidad policial que ha dejado al menos 24 manifestantes asesinados, o por la compleja situación de inseguridad.
«Los manifestantes están, en esencia, retomando lo que dejaron cuando la pandemia de COVID-19 apareció en marzo del año pasado, frenando meses de protestas callejeras que se habían iniciado en noviembre de 2019», explica la analista sénior del grupo de pensamiento Crisis Group Elizabeth Dickinson.
Violencia policial y civiles disparando
Las protestas también volvieron a mostrar el problema del uso desmedido de la fuerza por parte de los organismos de seguridad contra los manifestantes, sobre todo por la noche. Esta violencia deja hasta el momento 24 manifestantes muertos, según la Defensoría, y 37 según organizaciones sociales como Temblores.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), Estados Unidos (EE. UU.) y organismos internacionales pusieron al país en su punto de mira por este «uso excesivo de la fuerza policial».
En Barranquilla, un joven de 24 años fue ingresado de gravedad en la UCI después de que, según se ve en videos que circulan en redes sociales, fue derribado por los chorros de agua a presión lanzados por camión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
Continúan los bloqueos en las carreteras
Este jueves, las protestas continuaron en varias ciudades, aunque con una asistencia notablemente inferior a las de los días previos. En Bogotá, varios colectivos se reunieron en el Parque Nacional para bailar cumbia como forma de protesta y de reivindicar de manera pacífica sus exigencias.
En Cali, epicentro de las protestas y donde más personas han perdido la vida, la jornada transcurrió con prudente normalidad, con los bloqueos de las principales vías aún vigentes.
La Defensoría del Pueblo habilitó hoy 70 corredores humanitarios en 17 de los 32 departamentos del país, con el fin de permitir el paso de alimentos y medicinas, al igual que el transporte para movilizar médicos y personas heridas.